viernes, 26 de marzo de 2010

TONTERÍA COFRADE (II)


La foto no es mía, sino del gran fotógrafo cofrade Antonio, alias "bocoy". La captó -creo que hará dos años- en el Cerro del Águila, cuando cubriendo la salida de la Hermandad de los Dolores del Cerro se topó con la señora que ven, dueña de una mercería, con su mascota ataviada con la túnica de la corporación del Martes Santo.

Esta señora, al percatarse de que estaba fotografiando a su mascota, no dudó por un instante en acceder al interior de su comercio para traer el capirote que, a juego, completaba la túnica perril del Cerro, o Cerril del perro, como quieran ustedes llamarlo.

Cuando en animadas charlas con compañeros cofrades de otras ciudades (¿verdad, Agustín?)hablamos de nuestros sentimientos, siempre sale a colación la importancia de la túnica de nazareno y de como muchos no saben ni lucirla, ni llegan a entender cual es su significado.

Una túnica no es un disfraz, no se compra en tiendas de chinos por 10€. De hecho, lucirla implica claramente tu pertenencia y filiación a una determinada Hermandad y para muchos, en infinidad de casos su último destino es ser la mortaja que luciremos cuando vayamos al encuentro definitivo con el Padre Eterno. Todos conocemos algún caso de algún familiar que así fue amortajado; en mi caso, mi abuelo Pepe, así fue envuelto en lo que era su único bien más preciado, su túnica de la Macarena.

Ver como esta señora, quizás creyendo que hace una gracia, vistió a su mascota con la túnica del Cerro del Águila me parece un disparate que me rechina los dientes. Tal mofa o burla hace el mismo daño que los romanos que se reían del Señor, ya sea en el misterio de San Esteban o en el del Valle.

Si nadie la reprendió por ello, mal asunto, porque quizás en su inconsciencia, no alcance a saber lo que significa lucir una túnica de Nazareno. Son estos desmanes los que hacen que una estación de penitencia quede desvirtuada. Como el que luce gafas de sol sobre el antifaz, como el que conduce un descapotable o una moto vestido de nazareno, como el que se dedica a tallar con su anillo canorrillero en el cirio caritas o a hacer esculturas de cero-guante.

No es ese el sentido de una estación de penitencia, ni debe vestirse una túnica de nazareno para ello. Y quizás no está mal que, de vez en cuando, lo recordemos, aunque esta queja salga de bocas jóvenes a las que aún les queda mucho todavía que aprender como cofrades, como nazarenos y, sobre todo, del sentido exacto y de la medida de una estación de penitencia.

(Foto by Antonio&losbocoydepepe)

jueves, 25 de marzo de 2010

EL ARTE DE SABER VESTIR

Virgen de Regla, Hermandad de los Panaderos, vestida por Mariano Martín Santoja

Virgen del Subterráneo, Hermandad de la Cena, vestida por Antonio Jesús del Castillo

Virgen del Rocío, Hermandad de la Redención, vestida por José Aguilar

Virgen de Loreto, Hermandad de San Isidoro, vestida por José Francisco Cerezo Vacas

Virgen de las Lágrimas, Hermandad de la Exaltación, vestida por Antonio Jesús del Castillo

Virgen de la Amargura, vestida por Joaquín López González

Virgen de Gracia y Amparo, Hermandad de los Javieres, vestida por José Ramón Paleteiro

Santa Marta, Hermandad de Santa Marta, vestida por José Manuel Lozano

Madre de Dios de la Palma, Hermandad del Cristo de Burgos, vestida por Pepe Asián Cano

Virgen de Villaviciosa, Hermandad del Santo Entierro, vestida por Manuel Ojeda Rodríguez

Virgen de las Aguas, Hermandad del Museo, vestida por Manuel Caballero

Virgen de Montserrat, vestida por Antonio Bejarano Ruiz

Virgen del Buen Fin, Hermandad de la Lanzada, vestida por Francisco Gordillo León

Virgen de la Aurora, Hermandad de la Resurrección, vestida por José Manuel Lozano

Virgen de la Mortaja, Hermandad de la Mortaja, vestida por la priostía de la corporación

Virgen del Dulce Nombre, Hermandad de la Bofetá, vestida por José Antonio Grande de León

Decía Jesús Palomero, para el que no lo conozca, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, que tan importante era la imagen como su correcto exorno, poniendo como ejemplo de esto último al insigne bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, quien fijándose de la pintura barroca sevillana ideará nuevas formas de vestir a las dolorosas, principalmente a la Esperanza Macarena, con tocados más vaporosos y aéreos, buscando el lucimiento de la propia imagen.

Hay en la actualidad una buena pléyade de jóvenes vestidores, de JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados), que saben perfectamente lo que hacen y que además gozan de gusto y habilidad para poder desarrollarlo. Junto a ellos perviven algunos que por su dilatada experiencia aportan la sabiduría necesaria y la medida exacta a este arte, que podríamos calificar como "efímero". Una vuelta por los Besamanos y diferentes templos el pasado Domingo de Pasión nos permitió ver a muchas Dolorosas espléndidamente vestidas.

Juzguen ustedes, yo me quedo con la Aurora de la Resurrección, Virgen que es vestida por José Manuel Lozano, este sí, discípulo directo de Pepe Garduño.

(Fotos by Pilar Prados & Roberto Villarrica)

ESTO SI ES UNA TOCA DE SOBREMANTO





Lo que ven en las imágenes que adjunto son fotografías tomadas el pasado Domingo de Pasión a la Virgen de la Aurora en su anual Besamanos. La toca de sobremanto que luce fue realizado por el bordador José Ramón Paleteiro, en malla sintética con bordados de aplicación o "a la romana", es decir, el tradicional "recorte".

Tiene dimensiones amplias, un dibujo concreto y coherente, y es digna, pese a ser de recorte, tratándose además de una de las primeras obras de dicho bordador, cuando aún estaba empezando y no era, ni de lejos, el gran bordador que hoy conocemos.

Juzguen ustedes esta toca con la "pieza" que el señor Pedro Pablo Gallardo ha entregado para la Virgen del Rosario de Linares. Si de algo me arrepiento es de haber perdido el tiempo en discutir con mis amigos de este señor. Lo peor de todo es que no me sorprende, pues ya conocíamos sus andanzas y avisamos convenientemente de ello. Una vez más, y son ya tantas, los "niños del Prendimiento" llevábamos razón, pero no hay más ciego que el que no quiere ver y más sordo que el que no quiere escuchar.

(Fotos by Pilar Prados y Jaime Galán)

miércoles, 24 de marzo de 2010

YA ESTÁ LA MADRE DE DIOS EN SU TRONO





No hacen falta más palabras para describir la sensación. Como dijo el poeta, ahí tienen ustedes el perfecto paso de palio, pero sin Ella, siempre estará vacío. Sin embargo, con Ella en el centro, no hacen falta ni más flores, ni más cera, ni más candelería, para verlo completamente montado.

Algo tendrás cuando hasta a la vista engañas, que lo que en un museo es una obra de arte, sin ti, Esperanza, no es más que un trapo bordado o una hojalata repujá. Cada vez entiendo más a los macarenos viejos. Esa es la meta que persigo y mi filosofía, la que aprendo en el ágora macareno que es nuestro atrio. Ya quisieran Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes, y toda esa compañía encontrar en tu mirada la explicación a tantas preguntas sin respuestas.

(Fotos by Arte Sacro)

A D. ANTONIO GARCÍA BARBEITO Y SU "UNAMUNIANO" PREGÓN

"Méteme en tu pecho, Padre Eterno,
misterioso hogar
dormiré allí
que vengo cansado del duro bregar"

(Versos que figuran en la lápida de Unamuno, redactados por él mismo,
junto a la imagen de un Crucifijo)

martes, 23 de marzo de 2010

UN RETAZO DE NUESTRA HISTORIA: LA SEGUNDA IMAGEN DE JESÚS ANTE ANÁS

Imagen de Jesús ante Anás, que fue titular de la Hermandad de la Bofetá de 1920 a 1922

Misterio de la Bofetá, que gubiase Ángel Rodríguez Magaña, en la Plaza de San Román. En la esquina izquierda podemos observar a la imagen del Señor.

Visionando el siempre interesante fondo de imágenes que conserva la Fototeca de la Universidad de Sevilla, dependiente del Departamento de Historia del Arte de la Facultad de Geografía e Historia, me he encontrado con esta interesante fotografía de la que fue la segunda imagen de Jesús ante Anás.

Esta imagen fue realizada en 1920 por el exiguo escultor Ángel Rodríguez Magaña, el cual, al parecer, trabajó en la industria de construcción de pasos, altares, retablos e imágenes que los Salesianos instalaron en las dependencias del antiguo convento trinitario.

Esta imagen, que solo fue titular de nuestra corporación entre 1920 y 1922, -pues en 1923 se estrenó la actual imagen cristífera, obra de Antonio Castillo Lastrucci-, presentaba un bello rostro aunque con un forzado escorzo. Se decía que el escultor, para su realización, compró una cabeza de crucificado a la que adaptó un nuevo cuerpo erguido. Esto parece ser que era práctica habitual, pues para la realización del misterio, compuesto de siete figuras secundarias estrenadas igualmente en 1920, Rodríguez Magaña adquirió a un particular de Cádiz siete cabezas provenientes del apostolado de la antigua Cofradía de la Cena, que entonces estaba extinguida.

La fotografía que nos ocupa, fechada el 1 de noviembre de 1948, fue tomada por el fotógrafo D. Manuel Moreno, indicándose en la ficha que acompaña a la misma que la localización de la imagen era el domicilio de D. Manuel Martínez Montes, desconociendo si este señor la adquirió al propio escultor, pues la imagen fue retirada a la Hermandad por su propio autor. Me ha referido siempre mi padre que esta imagen pasó luego a la Parroquia de San Isidoro, donde en alguna ocasión iban a verlo. Según D. Manuel Filpo Pérez la imagen recibió por advocación la de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia ante Anás.

La imagen, cargada de gran tipismo, está tomada en una esquina del patio de una casa sevillana, colocándose entre las puertas que dan acceso a diferentes estancias de la vivienda un lienzo blanco que hace de fondo para la fotografía. Podemos apreciar, además, la presencia de una silla, lo que denota el ambiente familiar de la instantánea.

Tras su paso por la Parroquia de San Isidoro, en la década de los setenta llegó a la Parroquia de Nuestra Señora de las Flores y San Eugenio, donde recibe culto en la Capilla Sacramental. En alguna ocasión ha procesionado en Vía-Crucis por las calles del barrio.

De igual modo, y de manera excepcional, en 1987 fue procesionado en la Semana Santa de Los Boliches (Málaga)

(Fotos by Fototeca de la Universidad de Sevilla)

lunes, 22 de marzo de 2010

DEL PREGÓN DE BARBEITO (Égloga al Costalero)

A mi cuadrilla del Señor de la Sentencia, de la que espero poder formar parte algún día
De obviados a queridos, de odiados y criticados a alabados, de no ser más que un problema para las mayordomías a ser el impulso de muchas Hermandades. Nadie hasta ahora, (quizás solo el Padre Cué en su libro "Cómo llora Sevilla", pero él no fue pregonero) ha cantado, en tan pocas rimas pero tan bien, al Costalero. Gracias Antonio por estos versos, de uno que por sus venas corre sangre cateta, y que ha tenido la suerte de sacar de costalero tu querida Hermandad de Aznalcázar.

Les cabe el equipaje bajo el brazo
Para su larga y dura travesía
La fuerza sacará que no tenía
El músculo. Más nervio y más coraje.
Y el Alma, que sin Alma este viaje
No lo soporta nadie. Nadie iría en ciega galera de una hombría
Remando con los pies en oleaje
De un mar urbano con brillo de cera
Obediente a una voz de seguirella
Y a un golpe de martillo que motiva,
Si al levantar el paso no pensara,
Rebosante la fe, la entrega clara,
Que es Cristo o su Madre quien va arriba....

(Del "unamuniano" pregón de D. Antonio García Barbeito)

sábado, 20 de marzo de 2010

EL CARTEL DE LA HERMANDAD DE LA MACARENA


Desde hace unos años la Hermandad de la Macarena decidió que el antiguo cartel fotográfico que editaba fuese sustituido por uno pictórico con intención de que el mismo sirviese para engrandecer el patrimonio pictórico de la corporación.

En la realización del mismo encontramos firmas de ilustres artistas como Juan Roldan, Ricardo Suárez, Joaquín Sáez o Juan Luis Aguado. Pero este año mi Hermandad de la Macarena ha decidido dar un paso más, editando un cartel para el que ha servido de base una conocida obra del pintor sevillano, de temática costumbrista, José García Ramos. La obra, fechada hacia 1890, es decir, poco después del estreno de la actual túnica de nazarenos que diseñase Juan Manuel Rodríguez Ojeda, se titula "Nazareno, dáme un caramelo" y muestra a un nazareno del tramo de palio en actitud galante con una joven sevillana.

Esta obra, muy conocida y que ha pasado por varias exposiciones, colecciones privadas y anticuarios, era propiedad del reputado coleccionista de arte, D. Mariano Bellver, quien gentilmente la ha cedido a la corporación para que sea expuesta en el Museo de la Macarena, razón por la cual la Hermandad ha tenido a bien editar este cartel en el presente año.

Una acertada decisión la de apostar por la edición de un cartel basado en una obra pictórica de reconocida valía, ante el peligro que muchas veces se corren con este tipo de obras de encontrarnos con floreadas composiciones de escaso gusto y mérito artístico.

José García Ramos (Sevilla, 1852-1912)

Pintor e ilustrador español, nacido en Sevilla en 1852. Fue alumno de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Sevilla desde muy joven, completando su formación en el taller del gran José Jiménez Aranda, con el que viajó a Roma en 1872. En dicha ciudad se ganó la vida con pinturas de pequeño formato con paisajes y personajes andaluces, teniendo una gran aceptación ese tipo de obras.

En Roma conocerá a Fortuny que influyó notablemente en su obra posterior. Algunas de sus obras más conocidas son "La cofradía" "La salida de un baile de mascaras","El primer ensayo" o el "Rosario de la Aurora". Una de sus obras más bellas se titula "Joven con pandereta", la cual destaca por su rico colorido y la perfección técnica de su dibujo.

En 1877 visitó Nápoles y Venecia y, en 1882, regresará a España tras una estancia en París. En Sevilla fue nombrado profesor de la Escuela de Artes Industriales y académico de la de Santa Isabel. Trabajó también como ilustrador en publicaciones como "La Ilustración Artística", "La Ilustración Española y Americana" o "Blanco y Negro", revista ésta última que editaba Prensa Española, editorial a la que pertenecía la cabecera del diario ABC.

(Foto by Hermandad de la Macarena)

jueves, 18 de marzo de 2010

LA RECUPERADA A.M. NTRO. PADRE JESÚS DE LAS VESTIDURAS

La Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de las Vestiduras tocando en el pasado certamen de la Hermandad de Jesús Despojado, en la Plaza de Molviedro

Vista aérea de la Agrupación en formación

Algunos componentes de la Agrupación junto al Banderín que lucían por esos años. El primero por la izquierda, con barbas y sonrisa franca (de buena persona), es Fali Lobo

Foto de familia de la Agrupación, que quedará para el recuerdo, tomada en el Muelle de la Sal, en los bajos del Paseo del Marqués del Contadero

Ya en una entrada anterior comenté la recuperación, en el Certamen de Bandas que organiza la Hermandad de Jesús Despojado en la cercana Plaza de Molviedro, de la extinta Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de las Vestiduras, agrupación puntera de los años ochenta, que en los noventa, tras desvincularse de la Hermandad, pasó a denominarse Virgen de los Reyes.

Pues bien, este año, coincidiendo con el XXX Aniversario de su fundación, la Agrupación Musical Virgen de los Reyes ha querido reunir a antiguos componentes de la mítica Agrupación de los Despojos, quienes acompañarán a su Cristo desde la salida procesional hasta la Campana. Volveremos a escuchar sones ya olvidados, como gaitas, xilofones, mucha percusión y caja redoblada, así como marchas antológicas, como "Alma de Dios", "Puente de San Bernardo", "Cristo de San Julián", "Túnica de Azahar", etc.

Os dejo hoy algunas fotos, tomadas en dicho certamen, que me envía el amigo Fali Lobo, grandísimo costalero del Señor de la Sentencia, fundador de esta mítica agrupación y ex-componente de la Centuria Romana Macarena, donde pudimos disfrutar de sus sones de corneta, donde también tocaba otra gran costalero del Sentencia, Paquito el pescaero. Arte y sevillanía del centro y de la calle Feria.

(Fotos by Fali Lobo)

miércoles, 17 de marzo de 2010

EL RESUCITADO DEL PUERTO DE SANTA MARÍA

Detalle de la bella cabeza del Resucitado

Imagen del Resucitado del Puerto de Santa María

En su paso procesional

Saliendo de la parroquia

Jaime Babío trabajando en su taller

Pilar y Jaime, grandes amigos, grandes personas

El que ven en las imágenes es el magnífico Cristo Resucitado del Puerto de Santa María de Sevilla, obra de mi buen amigo Jaime Babío Núñez. La obra que ven no es su ópera prima, pero si que marcó un antes y un después en su carrera como escultor e imaginero.

Conocí a Jaime hacia el año 1992; entonces un grupo de jóvenes entusiastas, entre los que había cofrades de Santa Cruz, las Aguas de Dos de Mayo, la Carretería, la Soledad de San Buenaventura, el Cachorro, el Baratillo, la Macarena, el Gran Poder, la Bofetá, la Esperanza de Triana, la Soledad de San Lorenzo o Jesús Despojado, vinculados en cierta medida entre todos nosotros, al estudiar en el colegio La Escuela Francesa, decidimos refundar la antigua Hermandad del Cristo de la Corona, con sede y capilla propia en la Parroquia del Sagrario de la Catedral.

Entre el núcleo germinal se encontraba Antonio Dubé Jr., el cual consiguió implicar en este proyecto a su padre, el imaginero Antonio Dubé de Luque. Así, en el taller ubicado en la calle Alfarería, Dubé de Luque diseñó la primera peana, -dorada y estofada- y los primeros faroles que fueron realizados por aquel grupo inicial de hermanos en el citado taller.

En aquel tiempo Jaime Babío, cofrade sevillano del Amor, Pasión y los Servitas, hacía pocos meses que había entrado como discípulo de Dubé de Luque. Aunque sevillano de nacimiento, los destinos profesionales de su padre lo habían llevado a residir en la localidad gaditana del Puerto de Santa María, donde se inicia su formación artística en la Escuela Local de Artes y entorno al taller de José Obando, discípulo de Castillo Lastrucci.

El taller de Dubé de Luque, en estas fechas, era un hervidero de jóvenes promesas de la gubia, de las cuales algunas cuajaron y otras lo dejaron. Entre los discípulos más destacados estaban nombres como los de Francisco José de los Reyes Villadiego, Darío Fernández Parra, Jesús Iglesias Montero o el mencionado Jaime Babío. Por aquel entonces, incluso Antonio Dubé Jr., hoy también reputado imaginero, ni siquiera había iniciado los estudios de BB. AA., decantándose en un primer momento por los estudios en Ciencias Químicas.

Como decía, conocí a Jaime cuando se afanaba en lijar cuidadosamente un niño dormido hebreo de una de las mujeres del misterio de la Salutación de Málaga. Fiel a las enseñanzas de su maestro, "esto no es un taller, sino un estudio", les repetía constantemente, el joven Babío no tuvo prisas por hacerse un hueco en la imaginería. En la ocasión propicia para ello modeló una cabeza de una bellísima Dolorosa, -que luego regalaría su madre-, la cual expuso en un escaparate de la calle Sierpes. Por ahí vendría su primer encargo, el San Juan Evangelista de la Hermandad del Despojado de Jaén.

Tras pasar por varios talleres improvisados (una antigua peluquería del barrio de los Remedios, su propia casa, un local compartido a medias con otro compañero, etc.), a finales de la década de los noventa se instaló en un garaje en la confluencia de las calles Bustos Tavera y la Plaza de San Marcos. Es allí donde nuestra relación de amistad se afianzó, por muchos años, hasta la actualidad. En aquel humilde taller fue dando forma a su primera imagen titular, el Cristo Resucitado del Puerto de Santa María, mientras otros encargos, algunos de ellos malditos, hacían ya cola esperando su turno, como el inconcluso misterio para el Despojado de Jaén.

De su inspiración, de muchas horas de trabajo y desvelos, fue surgiendo este Cristo que estaba oculto por la madera, del que solo hubo que ir retirando la madera que sobraba, como tantas veces repetiría en su vida el malogrado Paco Buiza. Así plasmó un Cristo alto, con gran dulzura y belleza, con un leve contraposto para dotarlo de movilidad, con un brazo contraido para portar una Cruz arbórea, que finalmente no se puso, y con la mano contraria extendida en actitud de acercarse al fiel. El proyecto original del misterio, que contemplaba así mismo la inclusión de dos soldados romanos y un ángel, jamás fue completado por la Hermandad.

Queda para el recuerdo las vivencias tenidas en torno a la ejecución de esta imagen, del que yo puedo afirmar que buena parte del mismo fue tallado directamente en la madera, cuestión esta última que muchos afirman, pero que yo lo dudo.

Un abrazo Jaime, un abrazo Pilar. Gracias por entregarme vuestra amistad y por todo lo que disfrutamos hablando de arte.

(Fotos by Jaime Babío y Hermandad del Resucitado del Puerto de Santa María)

martes, 16 de marzo de 2010

MONTAJE DEL RETABLO DEL "ABUELO" DE JAÉN




Desde que las autoridades decidieran restaurar el antiguo "camarín de Jesús" y los restos del antiguo templo conventual carmelita dedicado a San José, la Hermandad de Jesús Nazareno de Jaén, más conocida como "El Abuelo", tuvo claro que volvería a ocupar la que fue su sede canónica desde su fundación, de la que fue arrebatada durante la Invasión Francesa.

Pero, una vez iniciado el proceso de restauración, quedaba por resolver donde se colocaría a la imagen del "Abuelo", dado que el altar que venía ocupando hasta ahora en la Catedral era de carácter provisional. Antes de hacer un apaño, se decidió que el nuevo templo debía contar con un altar acorde a su importancia, por lo que decidieron encargar un nuevo retablo, de tres paños, al prestigioso tallista D. Manuel Guzmán, hijo del recordado Guzmán Bejarano.

Y ciertamente ha sido un acierto la elección, pues Manolo ha realizado un retablo, que podemos calificar como protobarroco, que se adapta no solo a la superficie espacial del presbiterio del nuevo templo, sino a las necesidades de la propia Cofradía, toda vez que el frontal del retablo puede ampliarse para albergar la gran peana en la que Jesús Nazareno, "El Abuelo" de Jaén, es expuesto en Besapiés.

Y es que cuando las hermandades encargan trabajos de envergadura a artistas contrastados, en cada uno de los campos, es difícil fallar. No hace falta decir que Manolo Guzmán conoce a la perfección el oficio de tallista y el manejo de la madera, pues no en vano lo ha mamado junto a su padre desde pequeño.

Felicidades a la Hermandad del Abuelo y a Manolo Guzmán. Deseoso estoy por ver como será el retablo que está terminando de tallar para el Cristo de las Tres Caídas de Triana, última obra diseñado por su padre, el siempre recordado D. Manuel Guzmán Bejarano.

domingo, 14 de marzo de 2010

EL CRUCIFICADO SINDÓNICO DE MIÑARRO (II)






Ya en una entrada anterior comenté las bondades de la nueva imagen del Santo Cristo de la Universidad que ha realizado el profesor Juan Manuel Miñarro para la Hermandad Universitaria de Córdoba. Os traigo ahora un reportaje que le hicieron en el programa "Andalucía Directo" de Canal Sur Televisión, donde podréis observar más detenidamente este nuevo Crucificado.

LA ÓPERA PRIMA DE D. ANTONIO

Jesús ante Anás, tal como fue concebido por Castillo Lastrucci, en su presentación y bendición

D. Antonio Castillo Lastrucci

Nunca apreciado como un escultor de su valía se merece, el pasado jueves mi Cristo de la Bofetá, Jesús ante Anás, cumplió 87 años. Cada año que pasa capta más devotos. Su mirada, que tanto transmite, hace el resto.

Parece que fue ayer cuando un grupo de locos entusiastas encargaban al desconocido escultor, -para el mundo cofrade-, Antonio Castillo Lastrucci, la ejecución de su nuevo misterio. Corría el año 1922. En poco más de cinco meses fue capaz de crearlo, dotándolo de una movilidad y teatralidad nunca vistas y de la que hasta la fecha todos comen y han comido, sin que ninguno reconozca abiertamente su magisterio. Romanos, judíos deformes con cara de malasaña, faroles, pebeteros humeantes, tronos, lobas capitolinas y águilas imperiales, esclavos y niños son algunas de las galerías de personajes secundarios que fue componiendo Castillo Lastrucci.

Su escaso bagaje como imaginero, que no como escultor, pues fue uno de los que más participó en la decoración de la Exposición de 1929, se limitaba a alguna obra menor, como unos ángeles que iban situados en los antiguos candelabros de cola del palio de la Amargura. Pero sin duda la Bofetá fue su gran reto y su gran triunfo. Como Espartaco, en aquella mítica corrida de Feria, se lo jugó todo a una carta, y salió triunfador.

Cuentan las crónicas el inusitado revuelo que se había formado en el entorno de la Plaza de San Román para ver el nuevo misterio, y la sorpresa y admiración de todos los asistentes al ver salir el imponente barco por la ojiva de San Román. En ese preciso momento, triunfó Castillo, y la Hermandad pasó a conocerse como "La Bofetá" (a muchas honra. Lo siento por los "dulcistas")

Aquel Cristo altivo, henchido, con los ojos vidriosos color miel, que retienen unas lágrimas que están a punto de brotar, soporta estoicamente una bofetá ya recibida. Lo certifican su pómulo hinchado y su cabeza levemente girada en la dirección de la mano abierta que blandea Malco.

Sabía el bueno de Castillo Lastrucci lo que se hacía. Quería demostrar al mundo que era más escultor que imaginero, pero que conocía perfectamente ambos mundos. Y así, homenajeará a la escultura egipcia con esta imagen, por eso lo presenta con la mirada un poco perdida, muy frontal, con el pie izquierdo ligeramente adelantado, casi con intención de caminar, la anatomía muy esquematizada y los brazos paralelos al propio cuerpo.

Ochenta y seis años ya, te contemplan, para quererte, para alabarte, para demostrar al mundo cuan injusta fue la afrenta que sufriste. "Si he hecho algo mal, muéstrame en qué, pero si no, ¿por qué me hieres?". La ira en ese momento se apoderó de Anás y de todos los presentes. ¿Se puede decir más con menos palabras?, ¡qué mejor forma de rebatir al que abusa, desde su condición, de otro!

Quedan para el recuerdo la anécdota vivida por aquel grupo de hermanos que, una noche antes de su bendición, transportaban al Señor en una parihuelas improvisadas, cubierto con una humilde sábana. Al llegar a la Plaza de San Juan de la Palma una señora inquirió qué llevaban oculto tras esa sábana. "Un Cristo nuevo, señora" fue la respuesta dada. Al ruego de la misma, lo pararon, le descubrieron el rostro y a la luz de un humilde farol que iluminaba la plaza se le rezó el primer "Padrenuestro". Seguramente, desde ese instante, aquella señora se convertiría en su primera devota.

Y una última curiosidad. A los escultores les gusta retratarse en sus obras. Castillo en sus Cristos copia sus propias manos, como podemos apreciar en las de Jesús ante Anás.

Gracias, D. Antonio Castillo Lastrucci, por regalarme este Cristo, mi Cristo del Martes Santo.

jueves, 11 de marzo de 2010

LA ANTIGUA AGRUPACIÓN MUSICAL DE LA SAGRADA LANZADA (A LA FAMILIA POVEDANO)

Primer disco de la Agrupación Musical San Julián (1988)

Contraportada del disco de la Agrupación Musical San Julián; relación de componentes

Composiciones incluidas en el segundo trabajo discográfico

Portada del cassette correspondiente al segundo disco de la Agrupación (1982)

Contraportada del segundo disco (1982), donde aparece la Agrupación en formación, fotografiada en la Plaza de España

Segundo disco de la Agrupación Musical Cristo de la Sagrada Lanzada (1982)

Primer disco de la Agrupación Musical Cristo de la Sagrada Lanzada (1981)

Antes de que los miembros de la familia Povedano, Fernando e Iván, se convirtieran en virtuosos intérpretes del tambor y la corneta en la banda del Santísimo Cristo de la Tres Caídas de Triana, sus inicios musicales se encuentran en la extinta Agrupación Musical Cristo de la Sagrada Lanzada vinculada, evidentemente, a la Hermandad de la Sagrada Lanzada de Sevilla.

Fundada en julio de 1978, al amparo del Grupo Joven de dicha corporación, su primer director fue Francisco Arroyo Rodríguez, quien precisamente desempeñaba el cargo de Delegado de Juventud en la mencionada Hermandad. Sus primeros integrantes fueron muchachos reclutados entre los vecinos del barrio. Su debut oficial se produjo el 30 de septiembre de 1978 en la procesión de la Esperanza Divina Enfermera. Otra fecha antológica, para esta formación musical, fue su participación en el acompañamiento musical del Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada en la procesión extraordinaria efectuada el 18 de marzo de 1979, con motivo del L Aniversario de la estancia de la Cofradía en la Iglesia de San Gregorio. Para dicha salida el Crucificado fue colocado sobre el paso de la Virgen del Buen Fin iluminado con los candelabros del misterio.

La banda se estrenaría en la Semana Santa de 1979, acompañando a la Hermandades de la Paz, San Esteban, la Lanzada y las Cigarreras. Otras corporaciones en las que tocarían en estos años fueron La Exaltación, la Humildad y Paciencia de Carmona, el Gran Poder de Castilleja de la Cuesta, la Carretería o la Resurrección.

Hasta 1982 su estilo musical se basaba en la mezcla de composiciones del estilo de la Policía Armada, con piezas como "Jesús el Rico", "Soledad de San Pablo" ó "Virgen de la Paloma", con otras propias del estilo de la Guardia Civil, como "Alma mía", "Salve Máter" ó "Salve Regina".

Entre 1982 y 1984 cambiarán su estilo por el de cornetas y tambores, para el que contaron con la ayuda del Sargento Ramírez, antiguo componente de la Policía Armada. En 1984 volverá a su estilo primigenio, el de agrupación, asumiendo la dirección de la misma Fernando Laffore Cabo, tras la dimisión de Francisco Arroyo.

En 1986 se desvinculará la Agrupación Musical definitivamente de la Hermandad de la Lanzada. Durante unos meses se rebautiza como "María Auxiliadora", para posteriormente pasar a denominarse "San Julián". Es en esto años cuando yo la recuerdo ensayando junto a las murallas de la Macarena, en la zona más próxima al restaurante "La Pastora". Posteriormente en 1991 se integrarían en la Hermandad de la Paz, cambiando de nuevo su título por el de Agrupación Musical "María Santísima de la Paz", con el que se mantendría hasta su disolución a finales de la década de los noventa.

El uniforme de la Agrupación Musical Cristo de la Sagrada Lanzada estaba compuesto por pantalón beige, guerrera corta azul, boina roja, gala roja y corbata.

En su primera etapa llegaron a grabar dos discos. El primero, editado en 1981, reproducía en su portada el misterio de la Lanzada a su salida de la Iglesia de San Martín, incluyéndose marchas propias como "El Cincuentenario" de Francisco Arroyo, cantos litúrgicos como "Perdón por Caridad", marchas del estilo de agrupación como "Alma de Dios" o marchas del estilo de cornetas y tambores como "La Cruz" (popular), "Salve" o "Virgen de Lourdes", esta últimas tomadas del repertorio de la Banda de la Marina de San Fernando (Cádiz).

En el segundo disco, editado en 1982 por el sello discográfico Coliseum, aparecía en su portada el Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de la Hiniesta. En el mismo aparecían marchas de cornetas, como "Cristo", "Entrada en Jerusalén" o "Cristo de la Lanzada", todas obra de Francisco Arroyo, junto con cantos litúrgicos como "Santa María de la Esperanza" y la "Salve Regina", siendo la primera vez que se grababa esta composición dedicada a la Virgen.

Posteriormente, siendo ya Agrupación Musical San Julián, la casa Senador editaba su primer disco (1988) en el que aparecía el Nazareno de la Divina Misericordia, titular de la Hermandad de las Siete Palabras. Entre otras composiciones se incluían las marchas "Jesús de la Victoria" y "Cristo de San Julián" de Manuel Rodríguez Ruiz, "la Ofrenda", "Gloria" y "Cordero de Dios" composiciones litúrgicas populares tomadas del Coro de la Lanzada, "Plegaria" y "Junto a la Cruz", "Oración en el Huerto", "Jesús Nazareno" y "Ave María" de Francisco Javier Triano.

Como dato anecdótico señalaremos que en la contraportada aparecen reflejados los nombres de todos los componentes. En la Segunda Voz de Trompetas encontramos el nombre de Fernando Povedano León.

Vaya este mi sencillo homenaje a dos grandes personas y excelentes músicos, en recuerdo de sus inicios musicales, así como a mis compañeros de colegio José María González "Quico" y Álvaro Martín Acevedo que también pertenecieron a esta formación musical.

(Datos tomados del libro "Pentagrama de Pasión" de José Ramón Muñoz Berros; fotos del portal http://www.caratulascofrades.iespana.es/)

miércoles, 10 de marzo de 2010

LA MUJER MÁS TRABAJADORA



Ahí la tienen, la más trabajadora de todas, la más sencilla, la más callada, la más humilde, y sin embargo nos la quieren quitar de nuestra vida diaria. La que solo una vez alzó su voz para pedirle algo a su Hijo, y no fue para ella, sino para unos amigos. La que aguantaba estoicamente la respuestas de un Niño insolente. La que parió sola con dolor y lloró amargamente su pérdida, ¡qué parecidas eran aquellas sábanas que lo cubrían, de sus primeros pañales!

Y ahora, en este progresivo laicismo nos salen hablando de un día de la mujer trabajadora, de un día del padre (curioso que coincida con la festividad de su castisimo esposo) y de otro de la madre, de un día de los enamorados, etc. Nada de eso necesitamos, inventado por centros comerciales y grandes almacenes, que del Amor lleva Cristo hablándonos 2000 años y algunos todavía no se enteran..........

Pero volvamos a Ella, la que cuidaba de la casa, la que barría la carpintería. La que echaba un puñaíto más de arroz, a solicitud de su esposo José, para darle de comer algo al ciego Tobías, que andaba pedigüeño por las calles de Nazaret. La que cuidaba de su hijo en largas noches de desvelos, la que sufrió su pérdida por las calles de Jerusalén........... "¿Hijo donde estabas? Estaba muy preocupada........." "Ocupándome de los asuntos de mi padre" Y Ella calla, y traga, y llora en silencio, cuando de buenas ganas le habría soltado un soplamocos

"Niño, que no hay vino.....", "mujer, todavía no ha llegado mi hora", pero como toda madre buena lo defiende, "haced lo que Él os diga".........y al final hay vino de sobra....., sabría Ella del pronto de su Hijo, "no es mal Hijo, pero tiene un cuartito de hora.........."

La que rezaba en silencio, casi recriminando al altísimo tan gran carga, "¿para esto me pediste que lo trajera al mundo?" "Este Hijo mío se está metiendo en unos berengenales........."

La que presintió que algo pasaba, un puñal de dolor atravesó esa noche su corazón, despertándola súbitamente del duermevela en el que se encontraba. Él, que le había dicho que salía a cenar con unos amigos, la hora que era y el Niño sin aparecer. Algo pasa. Y tanto que pasaba, se lo decía su corazón, antes de que una vecina, María la de Cleofás, viniese a decirle que a su Niño lo habían detenido por no se que lío con la justicia. Se lo encontró en la calle de la Amargura, cubierto con una clámide, coronado de espinas, azotado, el ojo hinchado, la nariz rota. La ira y la compasión la invadían, ¿que te han hecho Hijo mío?, ¿quién a la carne de mi carne lo maltrata así? Entonces el Hijo lloró, amargamente, al saber el daño que causaba a su Madre. Fue entonces cuando tuvo claro que la querría por siempre a su lado, por eso una tarde se la llevo en cuerpo y alma al Paraíso.

Quizás alguno, todavía no se hallan enterado de quien hablo. Se llama María, Madre de Dulzura infinita y Esperanza del mundo. Tanto sabría aquel Niño insolente lo que aquí la querríamos, que le dejó una puerta abierta para que, de vez en cuando, se diese una vueltecita por Sevilla, para paladearse del cariño de los sevillanos. Y aquí empezamos a llamarla Reyes, Socorro, Amparo, Victoria, Gracia, Rosario, Angustia, Valle, Merced, Esperanza.... y a todos los nombres atendía por igual.

Y mientras algunos, sin enterarse de lo que se pierden. Mujeres trabajadoras del mundo, ya quisierais miraros en un espejo como este.