LA PRECIOSA "ENSOÑACIÓN BOFETERA" DE NURIA BARRERA

Portada del Boletín de Cuaresma de la Hermandad de la Bofetá

La preciosa pintura que ha realizado Nuria Barrera para dicho boletín

De izquierda a derecha: servidor, Manuel Pío Casal del Cubillo, la obra, Nuria Barrera Bellido y Pepe Luis Trujillo del Real

Se presentó el pasado martes día 14, festividad de San Valentín, día en que los centros comerciales propagan el amor a los cuatro vientos, la preciosa pintura al óleo que nuestra amiga y hermana en la Esperanza, Nuria Barrera Bellido, ha realizado para la portada del Boletín de Cuaresma de la Hermandad de la Bofetá.

Y si el 14 de febrero es el manido "Día de los Enamorados", con esta obra Nuria ha plasmado su amor por el Barrio de San Lorenzo, -tan ligado a su infancia-, por el Señor, por la plaza donde tanto ha jugado, por las calles que ha recorrido cuando iba al colegio, ya fuesen las Salesianas, ya fuesen las Esclavas, o por la Virgen morena del Dulce Nombre, cuyos ojos le cautivaron hace ya muchos años.

Cuando mi hermano Pepo y yo decidimos encargarle a Nuria la pintura de la Virgen del Dulce Nombre que hoy preside el salón de nuestro domicilio, nunca pensamos que uníamos nuestras historias comunes. Los tres somos macarenos, compartiendo devoción mutua por la Virgen de la Esperanza. Ella nació en Carmona, tierra natal de mi padre, y pertenece a la Hermandad de la Quinta Angustia de Carmona, de la que mi tío Francisco, primo de mi padre, fue Hermano Mayor. Y el último de los lazos lo descubrimos el propio martes, al enterarnos de que mi padre y el padre de Nuria habían sido compañeros de colegio en los Salesianos de Carmona y se conocen hace un porrón de años.

La pintura de Nuria muestra al misterio de la Bofetá, con un precioso primer plano de Jesús ante Anás, que se funde con un rompimiento de gloria donde podemos apreciar al palio de la Virgen del Dulce Nombre en la Plaza de San Lorenzo, mientras la tarde cae plomiza y los vencejos buscan su abrigo en los árboles centenarios, tras rezar con su trino a la Madre de Dios. Realizada en técnica al óleo, destaca por la textura de la pincela de la artista, más suelta en los fondos y mucho más empastada, con mayor aporte de pigmento, en los detalles, muy al gusto de los artistas del Barroco, con la luz como elemento principal de toda la composición, sin el cual sería imposible comprender su obra.

Como anécdota reseñar que la Virgen del Dulce Nombre ha sido plasmada con la saya rosa, que ya hace seis años que no luce el Martes Santo. Y una curiosidad, por ser fiel a la realidad ha representado al capataz del palio calvo, notoriedad más que evidente si apreciamos la "claridad capilar" que presentan Miguel Gallego y su segundo, Rafael González.

Una nueva obra pictórica que viene a engrandecer el patrimonio de la antigua Hermandad de los "Sargueros" y una nueva obra de Nuria que vuelve a encogernos el alma de cuantos la contemplamos. Muchas felicidades amiga y gracias por este regalo inmerecido a todos los bofeteros de bien.

(Fotos by Manuel Pío Casal, Hermandad de la Bofetá)