EN LAS PREVIAS DEL GOZO ISIDORIANO

Tiene la suerte mi amigo Luismi Fajardo de vivir en una antigua casa palaciega sevillana en la cercana calle San Isidoro, en plena collación de la Costanilla. Gran anfitrión, en su casa acoge a cuantos por ella pasan, encontrándose por miles su legión de amigos.

Y entre esos pequeños grandes detalles que con los amigos tiene, está el agradable ágape al que convida en su casa en la tarde del Viernes Santo, justo unas horas antes de que salga en estación de penitencia la Cofradía Isidoriana. Café, té, infusiones, mediasnoches y pastelitos, refrescos y frutos secos reciben y agasajan a cuantos tenemos la suerte de compartir un Viernes Santo en la Costanilla. Digno es de resaltar la labor desarrollada por su esposa, Mónica Hoyos, que una sonrisa en los labios a todos recibe, preocupándose de que nada falte.

La foto que ven está tomada en la escalera de su propia casa, que da acceso a la primera planta del edificio, donde un grupo de costaleros del Señor de las Tres Caídas, junto con varios monaguillos, posamos en esta entrañable instantánea, que pasará para la posteridad cuando la repasemos dentro de unos años, recordando los que en ella estamos y los buenos momentos compartidos como costaleros de San Isidoro.

Una vivencia más que hacen que salir de costalero en San Isidoro sea tan especial.

(Foto by Jesús Corpas)