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Misterio de la Sagrada Cena de Torreperogil. Obsérvese la indecorosa disposición del misterio, aunque ahora se halla colocado sobre un entarimado.
Imagen del Señor de la Cena, Torreperogil
Misterio de la Sagrada Cena, obra de Manuel Hernández León (1993-1997)
Cristo del Amor (1993), obra del escultor sevillano Manuel Hernández León
Misterio de la Sagrada Cena de Jaén, obra de Antonio Bernal Moreno (2000-2006)
Jesús Salvador en Cena (2000), obra realiza por el escultor cordobés Antonio Bernal Moreno
Misterio de la Sagrada Cena de Linares, obra de Víctor de los Ríos (1957)
Cristo de la Cena (1957), obra del escultor cántabro afincado en Madrid, Víctor de los Ríos
Misterio de la Sagrada Cena de Úbeda, obra de Amadeo Ruiz Olmos (1954)
Cristo de la Cena (1954), obra del escultor valenciano afincado en Córdoba, Amadeo Ruiz OlmosA tenor de cierta polémica, no malintencionada por otra parte, creada en torno a mi entrada dedicada al escasa entidad artística que posee el misterio de la Cena de Torreperogil, hoy he querido transmitirles esta información. No es una invención mía, sino que está tomada literalmente de los escritos vaticanos.
Uno de los prelados que más se ha caracterizado por su amor y su defensa de las Bellas Artes fue el Papa Pablo VI, el cual, el 4 de diciembre de 1963, promulgaba la constitución "SACROSANCTUM CONCILIUM. SOBRE LA SAGRADA LITURGIA" donde venían a regirse desde entonces toda la materia de liturgia emanada y vinculada con el culto a las imágenes.
En el Capítulo VII, titulado "El Arte y los Objetos Sagrados", y en su artículo 124 dice textualmente: "Procuren cuidadosamente los Obispos que sean excluidas de los templos y demás lugares sagrados aquellas obras artísticas que repugnen a la fe, a las costumbres y a la piedad cristiana y ofendan el sentido auténticamente religioso, ya sea por la depravación de las formas, ya sea por la insuficiencia, la mediocridad o la falsedad del arte.
Al edificar los templos, procúrese con diligencia que sean aptos para la celebración de las acciones litúrgicas y para conseguir la participación activa de los fieles".
Y refuerza esta afirmación con los artículos 125 y el 126, donde se habla de la necesidad de exponer al culto las imágenes y la necesidad de la creación de comisiones patrimoniales, que yo reclamaba en mi anterior entrada.
Dice textualmente el artículo 125: "Manténgase firmemente la práctica de exponer imágenes sagradas a la veneración de los fieles; con todo, que sean pocas en número y guarden entre ellas el debido orden, a fin de que no causen extrañeza al pueblo cristiano ni favorezcan una devoción menos ortodoxa".
Y el 126: "Al juzgar las obras de arte, los ordinarios de lugar consulten a la Comisión Diocesana de Arte Sagrado, y si el caso lo requiere, a otras personas muy entendidas, como también a las Comisiones de que se habla en los artículos 44, 45 y 46".
Cuatro hermandades de la Cena existen en la provincia de Jaén, las de Baeza, Jaén capital, Linares y Úbeda, todas obras realizadas en el s. XX y de una calidad artística media más que aceptable y algunas incluso insuperables, tal es el caso de los grupos escultóricos de Linares (obra de Víctor de los Ríos) y Úbeda (obra de Amadeo Ruiz Olmos). Una simple comparativa de dichas imágenes titulares con el misterio de Torreperogil no lo resiste, quedando patente su poca o nula calidad artística. Es a estas cosas a las que Pablo VI se refirió en 1972, con ocasión del IX Aniversario de su Pontificado, como: "A Través de una fisura el humo de Satanás entró en el templo de Dios".
Pero es que, además, en vista de las disposiciones de la Santa Madre Iglesia en materia de liturgia, se están contraviniendo varios artículos de una de sus constituciones al permitir que una obra que no resulta decorosa reciba culto en el templo.
El ejemplo más claro de todo lo aquí expuesto es que el actual párroco se ha negado sistemáticamente a que este grupo escultórico sea procesionado. Por algo será.
Les dejo el enlace de la web del Vaticano donde viene íntegramente dicha constitución, por si alguien quiere leérsela más detenidamente:
(Fotos by cruzdeguiaubeda, semanasantadelinares, web Santa Cena de Jaén y web Banda de CC. y TT. del Cristo de la Expiración)
Pues sí que tienes razón, Rafa, tendrían las hdades. que ser más cuidadosos a la hora de decidir cuales van a ser sus Titulares.
ResponderEliminarEn fin...
Pero sigo diciéndote que me extraña que todavía no haya habido ninguna queja de algún hermano hacia tu entrada, que aunque no te falte razón, a alguien puede ofender, por lo menos a la Junta, no?
Un saludo, paz y bien
Si que la ha habido, pero yo no le he dado cuartelillo. Y te aclaro, de un hermano no, de alguien que creo que además es de Linares.
ResponderEliminarTodo lo relacionado con dicho misterio es un asunto bastante turbio. Solo te diré que eran agrupación parroquial y que, al parecer, está medio disuelta.
Normal que esté medio disuelta, sin con esos titulares...
ResponderEliminarSolo difiero contigo Rafa en una cosa, los misterios de la cena que has puesto carecen totalmente de valor artístico, al menos para mi.
En cuanto a la cena de Linares en concreto,pues a mi no me dice absolutamente nada, Victor de los Rios era un escultor mediocre y sus obras no difieren las unas de las otras.
Pero bueno, esto es "opinión personal".
Yo en eso si difiero contigo dado que, aunque no te lo parezca Víctor de los Ríos y Amadeo Ruiz Olmos son grandes escultores/imagineros. Otra cosa es que no te guste su estilo, pero valía si que tienen.
ResponderEliminarSon imágenes correctas de dibujo, composición, anatomía y modelado. Y sobre todo tiene unción religiosa, es decir, "algo" que te mueve a rezarles.
Pero que como tú bien dices, para gustos lo colores. Un saludo
jajajajaja encima se enfadan?creo,y es mi modesta opinion,que no hay que ser Newton para ver que ese misterio,que no lo que representa evidentemente,es una verdadera . . . . . . con moscas.
ResponderEliminarNo seamos mijitas y lo que e e.
Animo Rafa que eso no tiene importancia.
Efectivamente el Hermano mayor de la Santa Cena, tuvo un problemilla, y la "Hermandad o Asociación", no lo sé, se disolvió. Actualmente las imágenes no procesionan.
ResponderEliminarEn cuanto a la valía de los misterios puestos, no hay lugar a dudas de que tienen mucha. Otra cosa es que personalmente gusten o no.
Narra el Infante Don Juan Manuel en su Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio, cómo tres pícaros vividores dedicados a la estafa se presentaron ante un Rey moro para ofrecerle unas ricas telas que tenían una peculiar virtud: sólo podían ser vistas por los bien nacidos: los hijos nacidos de la lícita unión de los esposos: hijos de quienes todos creían su padre.
ResponderEliminarAclaremos pues que la promiscuidad, la infidelidad y en suma, la capacidad para engañar del ser humano era entonces, en el siglo XIV, como ahora... con el agravante en aquella época de no existir las pruebas clínicas de paternidad ni el cotejo del ADN, con lo cual hoy día podemos limpiar la sospecha de ser hideputa, palabra que tanto exclamaba Don Alonso Quijano cuando enfurecía.
Así pues, el Rey el primero, y toda la Corte siguiéndolo, se asombraron de aquel prodigio de tela que aseguraban ver "en su invisibilidad". El rey vistió la rica tela invisible, y todo el mundo loaba la excelencia de aquellos ropajes.
¿Es que nadie se daba cuenta de la estafa?.
¿Acaso el mismo rey no se sentía ridículo al ver sus carnes y vellos desnudos, al tiempo que la corte competía en elogios a la nada y aún peor, al bochorno y la vergüenza?.
Ridiculizado el Rey, ridícula y despreciable la Corte.
Pero un palafrenero negro, sintiendo que no tenía honra que perder, se acerco al rey y le dijo: "«Señor, a mí me da lo mismo que me tengáis por hijo de mi padre o de otro cualquiera, y por eso os digo que o yo soy ciego, o vais desnudo».
Y dicha la verdad, aunque el rey bien que se indignó, la verdad comenzó a triunfar y todo el mundo a conocer.
Viene al caso este comentario en relación a un asunto pasado del cual -si procede-, quiero dejar constancia aquí -por ser el día en que escribo y en la entrada del Lunes 17 de Mayo de 2010, que llevaba por título: "PARA LOS QUE TODAVÍA DUDAN DE ELLO...".
Y viene al caso pues hay grandes diferencias y una gran similitud:
El Honor de Dios resplandece en toda aquella entrada del Lunes 17 de Mayo de 2010, donde el autor de este blog expresa la santa necesidad de la unción, devoción, piedad y belleza que han de tener las imágenes que representan a Dios, a la Santísima Virgen, a los Ángeles y a los Santos, como podemos encontrar en los casos que expone de imaginería en Jaén, Úbeda, Baeza o Linares. No es por carecer de honor, -que sirva de protección ante las iras-, que el autor de la entrada diga la verdad. Aún más, y junto a su honor, bien se nota que lo mueve el Honor de Dios.
La diferencia es que al común no le ha parecido digna la representación motivo de la entrada. Esta vez, no se ha dedicado la mayoría a alabar, a sabiendas de que no hay el qué. Y eso que no la han visto al natural que, garantizo, causa aún más pudor. No le ha parecido ni al común de los lectores de este blog, ni a quienes en vivo han visto y se han afanado -por supuesto- en fotografiar con gran asombro, pues ni podían creer y necesitaban documentar que exista algo así. Y sobre todo, no ha parecido digno al común del Pueblo de Dios en Torreperogil, que mira a su Madre de la Misericordia, cobijada en su espléndido camarín que un indiano dotó creando un singular espacio barroco, único en la Diócesis, donde aparecen testimonios de la fauna y flora de América, en recuerdo del donante.
La gran similitud es que siempre habrá un adulador y quien, ante la verdad, se indignará.
Mientras, la indiferencia cae sobre la ofensa, y algún alma piadosa se pregunta si se podría solucionar algo retallando, siento yo que por no echar vino nuevo en odres viejos, lo mejor sería retirar de la vista con discrección y dejar reinar como siempre a la Madre de la Misericordia, Señora y Protectora del lugar.