Y tras el Capitán, siempre la Gracia de Sevilla, lleve palio o no
Impresionante primer plano..............
La primera vez que lo escuché fue de boca de Fran Narbona, pero me gustó tanto la forma tan cariñosa de llamar a mi Cristo Bofetero, que se la he tomado prestada.
El Capitán, es decir, Nuestro Padre Jesús ante Anás, ópera prima de D. Antonio Castillo Lastrucci, estuvo de Besamanos en la regia capilla de San Lorenzo, donde moraba el Señor de Sevilla, este fin de semana. Impecable con su túnica roja bordada en oro, obra del taller de Caro, siempre me ha llamado poderosamente la atención la profundidad de su mirada.
A mí, que desde pequeño me inculcaron la devoción a la Virgen del Dulce Nombre, cambié las tornas por Jesús ante Anás, porque fue a Él al que "abofetearon injustamente en Casa de Anás", y yo siempre me sentí y me siento "bofetero" (además de profundamente macareno). Veinte años ya procesionando junto Él, seis como diputado de tramo y catorce como su costalero, marcan sin duda el espíritu.
Sirva esta entrada en homenaje a mi Capitán, a la devoción no inculcada, sino abrazada libremente. Algo tendrás, cuando tanto te quiero, mi Cristo ante Anás. Fíjate que hasta el que es de tu madre hasta los tuétanos lleva ya, a lo tonto, diez años saliendo contigo, entre fiscal de paso y diputado general de Cristo.
Y por último felicitar al amigo Juan Antonio de la Bandera por haber sabido captar perfectamente su belleza en este sencillo y sobrio Besamanos.
(Fotos by Juan Antonio de la Bandera para Pasion TV)
magnifico artículo, me siento plenamente identificado con tu escrito, yo también soy un profundo macareno, que aunque hermano de la primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla y concepcionista; impaciento y sueño con la hora de reencontrarme con la Virgen María... Yo también fui educado en el amor y devoción a la Gracia de Sevilla, las fotos de cada Martes Santo eran siempre delante de Ella vestido de nazareno niño junto a mi padre... No entiendo que me ha pasado con el mas valiente de Sevilla, pero soy de la Bofetá hasta la médula, mi cristo de Jesús ante Anás...es su valentía, su dignidad, su elegancia, la defensa a ultranza de la verdad y la justicia, su templanza y serenidad ante el corrupto sanedrín,son sus palabras: -no me preguntes a mi, pregunta a los que me han oido, ellos saben que les dije, nunca he hablado en secreto, siempre en la sinagoga y en el templo- es simplemente la idea, la verdad, la valentía...sus manos de preso atadas a la espalda, verlo venir con majestad sin verle el rostro...sólo sus cabellos oscuros y su túnica blanca o roja; mucha gente no comprende que mi Cristo vaya de espaldas, e incluso no les gusta y es motivo de crítica o asombro, para mi es lo mas espectacular de Jesús ante Anás, su posición es clásica, antigua y con sabor añejo, algo que se ha perdido por aquello de "es que no se le ve la cara"...pero se le ven las manos, y se le ven sus cabellos y se ve su presencia, y su dignidad, y ves un dios cercano, un dios que habla, que está hablando en el momento en el que Castillo plasma la escena y marca la instantánea como si de una fotografía tridimensional se tratara. Jesús ante Anás nos habla, pocos Cristos hablan en el momento de su plasmación escultórica, por eso cada vez que me asomo a su capilla entre sus barrotes o me acerco a él cada besamanos, no sólo veo a Cristo ante Anás sino a Cristo en la sinagoga, a Cristo predicando en el monte, junto a sus apóstoles, a un Cristo cercano que defiende la verdad y la buena nueva. Te miro caminar por Sevilla, te acompaño cada Martes Santo, desde delante; mirando tus cabellos y tus manos atadas...No soy digno de mirarte a los ojos...pero tus ojos dulcifican... JESÚS ANTE ANÁS RUEGA POR NOSOTROS.
ResponderEliminarMagnífico post. Gracias amigo por pasarte por este humilde rincón. Un abrazo
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