miércoles, 16 de diciembre de 2009

NUESTRO DÍA

La Tuna del Bosco cantando en el monumento a la Inmaculada.

La Tuna del Bosco, al completo, ante el monumento a Don Bosco.

La Tuna del Bosco cantándole a la Inmaculada de los Salesianos.

Cartel del traslado de la Inmaculada de los Salesianos para presidir la Vigilia en la Catedral.

Cartel de la Vigilia de la Inmaculada 2009,
editado por la Tuna de Peritos Agrícolas de Sevilla.

Para los que tenemos la suerte de ser tunos, de pertenecer a alguna Tuna, la madrugada del 7 al 8 de diciembre es el día más esperado de todo el año. Hasta 14 formaciones nos hemos acercado este año a rendirle pleitesía a la Inmaculada con nuestros cánticos. Incluso en la madrugada fría, cuando ya nadie queda en torno al monumento, los valientes de Arquitectura, los 8 ó 9 que quedan de aquella mítica Tuna se acercan, acompañados por sus familiares, a cumplir con la tradición de rondarle a la Inmaculada, pese a que esta Tuna dejase de existir hace muchos años.

Para mi Tuna del Bosco ha sido una Inmaculada ejemplar, excepcional, digna de recordar. Empezamos temprano la jornada, sobre las 13 h., en las inmediaciones de Capitanía, donde fuimos a rondar a la esposa de un Teniente Coronel que se marcha de Sevilla rumbo a Barcelona, con quienes tuvimos la suerte de brindar, copa de vino en mano, por España y por la Tuna.

Tras el almuerzo, este año en la sede de la Asociación de Antiguos Alumnos de los Salesianos por la sinrazón de algunos, asistimos a un acto entrañable para esta Tuna. La imagen de la Inmaculada de los Salesianos, atribuida a Hita del Castillo, fue la escogida para presidir la Vigilia en la Catedral y esta Tuna tuvo el privilegio de poder cantar tras su paso durante un largo tramo de su recorrido, recibiendo felicitaciones y parabienes de todos los presentes.

Con la cosabida y tradicional visita a Pepe Peregil en su taberna "Quitapesares", marchamos en alegre formación hasta la plaza de la Virgen de los Reyes. 47 becas azules han tenido este año la suerte de rondar a la Inmaculada, en uno de los años que siempre recordaremos por la afinación, la musicalidad y el sentimiento que en todo momento acompañó al acto.

Y para culminar sentimentalmente nuestra noche, antes de la consabida fiesta en el bar "El Duplex", nuestro compañero Luis Avilés, Carratraca, le pedía matrimonio a su novia, a los pies de la Giralda, con sus dos tunas, la Tuna del Bosco y la Tuna de Loyola de Granada, por testigos.

Mi agradecimiento personal a la Tuna de Peritos Agrícolas, por la organización del acto de este año, y a nuestras incondicionales, Rocío, Gloria, Myriam, Lorena, Zaira, Patri, Montse y tantas más por acompañarnos en este día.

(Fotos by varios amigos)

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