Y SOR ÁNGELA FUE AL ROCÍO

Qué duda cabe que Santa Ángela de la Cruz, Sor Ángela o Madre Angelita para los sevillanos, es una de las grandes devociones hagiográficas de la ciudad. Al culto y veneración que se le tuvo desde su muerte, mucho antes de ser declarada Beata por el S.S. Juan Pablo II, ayudó en suma el anterior Arzobispo, Monseñor Fray Carlos Amigo Vallejo, Cardenal Emérito de Sevilla, que la tomó entre sus devociones particulares, generalizándose desde entonces su presencia en otro templos ya fuese como pintura, escultura, cerámica y también en forma de reliquias. 

A las que habitualmente custodiaban las hermandades de la Macarena y la Amargura, vinieron otras como las de la Pastora de Triana, Madre de Dios del Dulce Nombre de Pío XII o el Rocío de Sevilla, que es la que nos ocupa.

Así, desde hace unos años, en la delantera de su carreta del Simpecado, la Hermandad del Rocío de Sevilla o del Salvador, junto a la miniatura de la Virgen de la Esperanza Macarena, lleva a la aldea del Rocío a una de las devociones principales de Sevilla, Santa Ángela de la Cruz, la cual queda custodiada por sendas guardabrisas decoradas con la Cruz de Santiago y el escudo de la Merced, emblemas de las dos hermandades de penitencia radicadas en la Colegial del Divino Salvador, el Amor y Pasión.

Una muestra más de que cada ciudad, cada región de España, lleva hasta el Rocío lo mejor de cada casa.¡Quién dice ahora que Sor Ángela no es rociera!

(Foto by Rafael Ríos Rodríguez)