jueves, 1 de marzo de 2012

ADVOCACIONES: DULCE NOMBRE


Artículo de Javier Criado en las páginas de ABC de Sevilla

De muchas formas se puede nombrar a alguien, pero siempre resulta insípida si no se tiene cariño y amor por la persona. Porque la manera de hacerlo, la modalidad en la que escapa de las cuerdas vocales, traduce el sentido profundo de una afectividad que debe salir a flor de piel. Mana de los mejores y más sublimes sentimientos.

La dulzura de un nombre no está en la belleza semántica, ni tan siquiera en los simbolismos concretos a los que nos pueda remitir nuestra imaginación. Radica y se asienta en el sentir que tenga el ser que lo pronuncia, en el vivir de los labios que lo articulan.

La belleza del Dulce Nombre, Su Dulzura -no existe descripción más sensitiva que aquella capaz de traducir en exquisito sabor de paladar sensible, lo que es sentido en los adentros del sentimiento-, está en el corazón de quienes lo pronuncian. Son los que La Nombran quienes lo paladean porque la llevan en lo más profundo de sus raíces emocionales y afectivas y eso se nota en la lengua y también en el paladar. Es el ser humano quien dulcifica al nombre. Por eso, todos los nombres que se pronuncian con cariño son dulces y el nombre de María, es siempre un Dulce Nombre.

-Artículo del psiquiatra, cofrade y Hermano Mayor de Pasión, Javier Criado, publicado en las páginas de la Cuaresma de ABC de Sevilla el pasado 26 de febrero de 2012-

(Foto by Web Hermandad del Dulce Nombre)

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