jueves, 26 de enero de 2012

EL SIMPECADO MACARENO








Decían los macarenos viejos, los de retranca y guasa fina que conocen los mentideros del Atrio, que la Hermandad de la Macarena no tenía Simpecado. Cierto es que lo que en la Macarena llamamos el Simpecado, es en realidad el Estandarte del Rosario, pues para que cumpliese la función inmaculista que a esta insignia se le otorga debía de estar presidido por una imagen, -ya pintada, ya bordada, ya relieve tallado-, de la Inmaculada Concepción o, en su defecto, decorada con la leyenda "Sine Labe Concepta".

Pero en el parecer de aquellos viejos macarenos no estaba entre sus cuitas la defensa del Dogma Inmaculista, el cual, por otra parte, ya quedaba reseñado con el Guión Concepcionista y con el Voto realizado por la Hermandad hacía ya bastantes años. Las cuitas de aquellos macarenos eran sencillas. Si tenemos un estandarte o simpecado del Rosario, ¿por qué no hay uno de la Virgen de la Esperanza? Aquella disputa, que se antojaría banal, dado que la Virgen de la Esperanza es el centro principal de los devociones de los macarenos, no era asunto baladí, pues nos retrotraía a tiempos pasados en los que no era lo mismo ser de la Esperanza, que ser del Rosario, razón por la cual en aquella fusión pactada de 1793 se había decidido crear dos secretarías y dos mayordomías, por si alguna vez hubiese que retomar caminos por separados, hecho este que, por fortuna, jamás llegó a producirse, a pesar de Sarramián.

Aquello que los viejos macarenos reclamaban como algo lógico y natural vino a quedar zanjado con el estreno, en 1990, del Mediatrix, el ansiado "simpecado macareno". Recuerdo que en aquellos tiempos su estreno estuvo rodeado de cierta polémica, pues reclamaban los hermanos del Cachorro la primacía en el uso de esta insignia, argumentando que había sido los primeros en realizar el Voto de la Virgen como Mediadora Universal de Todas las Gracias. Hoy sabemos que la primera institución eclesiástica que hizo dicho voto fue la Congregación de Jóvenes Ejercitantes de la Inmaculada Concepción, más conocida por "los Luises", además de ser extraordinarias las relaciones entre ambas corporaciones.

La insignia en cuestión, que responde a la tipología de los que sería un estandarte o simpecado, está compuesto por un paño bordado que pende de un hasta horizontal de orfebrería. De estilo neobarroco, el diseño de la pieza corrió a cargo, al parecer, del recordado cofrade Antonio Garduño, siendo confeccionado en terciopelo verde bordado en oro a realce por el obrador "La Esperanza", nombre comercial con el que era conocido el taller regentado por José Guillermo Carrasquilla. Al centro presenta un medallón en alto relieve donde se plasma muy fidedignamente el rostro de la Virgen de la Esperanza, labor ésta realizada por el imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. El resto de las labores de orfebrería en plata de ley (asta, vara repujada, coronita de la Virgen y juego de varas para acompañar a la insignia) fueron realizadas en el taller de Orfebrería Andaluza S.L. (Manuel de los Ríos Navarro).

La insignia fue donada a la Hermandad de la Macarena por el grupo de Donantes de Flores del mercao de la Encarnación, lo cuales también habían regalado dos candeleros de altar en plata en los que se reproducían sendos clavales, en recuerdo del origen de este grupo de devotos macarenos, que jamás le faltasen flores a su Virgen de la Esperanza. Sería estrenada en la Semana Santa de 1990.

El juego de varas regalada a la Hermandad, para acompañar a esta insignia, presentaba en su galleta el escudo de este grupo de donantes, esto es el perfil de la Virgen de la Esperanza, de medio cuerpo, rodeada por una filacteria. Aquellas varas no fueron del agrado de la corporación, por lo que hoy procesiona cada Madrugá escoltado por dos faroles de orfebrería.

Como dato curioso referiremos que la Hermandad de la Columna y la Esperanza de Ronda posee en su cortejo una insignia similar a la que nos ocupa. En su propia pagina Web se dice que toma por modelo la insignia macarena a la que reproduce fielmente. La misma, y según diseño Francisco González Soto, fue estrenada en 1997. Las labores de orfebrería fueron realizadas por Orfebrería Angulo de Córdoba, mientras que los bordados fueron ejecutados por un grupo de hermanas, bajo la dirección de Miguel Ángel Ríos Pérez. El autor de la réplica del rostro de la Dolorosa no se facilita, tan solo se dice que fue realizado en Málaga por un imaginero de dicha ciudad.

Vaya este pequeño recuerdo para mi amigo Rafael Jesús Pérez Martínez, el cual estaba predestinado a haber sido el primer nazareno que portase este "simpecado macareno", pero imponderables de la vida se lo impidieron.

(Fotos by Web Columna y Esperanza de Ronda, J. Macarro, José Carlos Posada)

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