Años llevaba mi padre deseando organizar un Rosario de la Aurora presidido por su Virgen del Dulce Nombre. Recuerdo que siempre decía que si la Victoria de las Cigarreras, la Paz del Porvenir, los Dolores del Cerro o las Tristezas de Vera-Cruz lo hacían, porque no hacerlo con su Virgen. Durante las dos juntas de Jesús Rodríguez como Hermano Mayor, más el tiempo que estuvo en la de Manolo Paz persiguió este sueño, pues no le convencían los argumentos de que la Virgen estaría sola en la calle.
El domingo por fin pudo llevarse a efecto su deseado sueño, y aunque una boda en Granada le impidió acompañar a su Virgen, su mente estuvo durante todo el día con Ella. Y que duda cabe que este triunfo solo se debe a su constancia y a su profundo amor por la Virgen del Dulce Nombre.
(Foto by Arte Sacro)
Radiante¡¡ que maravílla de imágenes, me alegro de que tanto tú como tu hermano disfrutarais de ELLA desde tan cerca, un abrazo¡¡
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