Uno de las momentos más hermosos vividos en el pasado Rosario de la Aurora que presidió la Virgen del Dulce fue la entrada y salida del Monasterio de las Reverendas Madres Mercedarias de la Asunción. Ahí, por unos breves instantes, -tanto a la ida como a la vuelta-, la Virgen debió ser desposeída de su corona para poder salvar el dintel del cancel de madera de la iglesia conventual.
Aquella contemplación de la Virgen del Dulce Nombre, sin su corona, nos trajo a la mente recuerdos de un ya lejano 1992 cuando un accidente fortuito acaecido el Martes Santo de dicho año, a la altura de la calle Cardenal Spínola, hizo que la Señora hiciese su Estación de Penitencia sin su corona.
Recuerdos y curiosidades que vienen a enriquecer las vivencias tenidas en torno a nuestra Hermandad.
(Foto by Arte Sacro y archivo Cristina Palomino Puerto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario