martes, 2 de agosto de 2011

LA VIRGEN DE LOS OLMOS


No pasa por ser una de esas grandes devociones de Sevilla. Tampoco muchos, aunque habitualmente pasen ante ella se habrán percatado de su presencia, sola, en el frío nicho que hoy la alberga, pero antaño fue la que dio nombre a la actual Plaza Virgen de los Reyes.

Y es que antes de la configuración urbanística del espacio existente entre las calles de la Borceguinería -Mateos Gago-, Don Remondo y la Plazuela de Santa Marta o del Arzobispo, que dieron como resultado la actual Plaza de la Virgen de los Reyes, existió un corral de vecinos, conocido como Corral de los Olmos, el cual quedaba enmarcado por los postigos de Santa Marta, de Campanillas y de Palos.

Erigido tras la reconquista, el espacio fue usado indistintamente como sede y almacén de los Cabildos Seculares y Eclesiásticos, pasando en 1568 a ser propiedad en exclusividad del Cabildo Catedralicio, merced a su permuta por una casas existentes en la calle de la Sierpes que pasaron a propiedad del Ayuntamiento. Hasta 1533 los "Caballeros Veinticuatro" del Cabildo Secular se reunieron en estas dependencias, año de su traslado a las actuales casas consistoriales. De igual modo, el Cabildo Eclesiástico se reunió en este corral hasta 1592, fecha de la culminación de la majestuosa Sala de Cabildos de la Catedral.

Posteriormente fue usado como sala de rentas, juzgado de la Iglesia, almacén y bodega, convirtiéndose en lugar de lujuria y vicio, como así lo atestiguan en sus obras diversos literatos del Siglo de Oro, como Cervantes, Quevedo y Tirso de Molina. Derribado definitivamente el corral que nos ocupa en 1790, la imagen de la Virgen de los Olmos, la cual le daba nombre al recinto, fue colocada sobre un nicho labrado "ex-profeso" sobre la propia Giralda.

La imagen en cuestión, anónima del s. XIII, realizada en piedra y de aproximadamente vara y cuarta de altura -83 cm. aprox.-, contó con lámpara propia de aceite que la alumbraba todo el día. Restaurada con motivo de los fastos de 1992, la imagen original pasó a ocupar una repisa en la Capilla del Bautismo o de San Antonio de Padua de la catedral hispalense, colocándose en la antigua hornacina una réplica de la misma que aún hoy podemos contemplar.

-Al amigo Pepe Becerra y su magnífico blog: http://leyendasdesevilla.blogspot.com/ -

(Fotos by: Pepe Becerra; algunos datos han sido tomados de degelo.com)

2 comentarios:

  1. Amigo Ríos, intento de nuevo el comentario, que antes me ha fallado.
    Nueva e interesante, como siempre, entrada de tu blog, en la que me sigue asombrando el nivel de detalle que eres capaz de conseguir de una imagen que tiene casi ocho siglos de edad. Hay que bucear mucho para conseguir pequeños tesoros como éste. Enhorabuena por éxito alcanzado.
    Tus alabanzas a mi blog son tan agradecidas como inmerecidas; al fin y al cabo, no soy más que un recién llegado al mundo "bloguero".
    Saludos.

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  2. Amigo Pepe, ser un recién llegado no implica que los textos de tu blog no tengan calidad y estén cargados de sinceridad.

    Ser sevillano, poder disfrutar de una ciudad tan mágica como la nuestra, es lo que nos mueve, a tí y a mí, el querer dar a conocer más aspectos de nuestra Sevilla.

    Ojalá todos los nuevos blogs que se creen sean tan bienvenidos como el tuyo.

    Un saludo

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