lunes, 28 de marzo de 2011

YEMAS DE SAN LEANDRO



«Y las yemas de huevo hilado, obra de anónimas abejas de toca y monjil, aparecían en blanca cajilla desde la misteriosa penumbra conventual para regalo del paladar profano... El exquisito alimento nada tenía de terreno, y al morderlo parecía como si mordiéramos los labios de un ángel».

(Luis Cernuda, de su libro "Ocnos", en el capítulo intitulado "Un compás")

-A mi buen amigo Alfonso González Palau, que pese a su patria linarense, es fiel devoto de las yemas de San Leandro que estas monjas agustinas elaboran de manera artesanal como bendito ofrecimiento a Dios-

(Foto by Andalucíaenruta y Pepe Luis Trujillo; texto tomado del recuadro de Antonio Burgos, publicado hoy en ABC de Sevilla)

2 comentarios:

  1. En la tarde de aguaceros, que empapan la tierra llenándola de vida, cruzamos las calles buscando ese escondido compás en el aguarda la voz femenina de la hermana tornera...

    http://elsoberaodepepeluis.blogspot.com/2008/10/una-caja-de-yemas.html

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  2. Yo sé, Señor, que Tú, siempre
    escuchas mi voz, mis lágrimas,
    mi sentir y mi mis pequeñas cosas.

    Tú Sabes, Señor, que yo te amo.
    No es una amenaza ni un chantaje:
    ¡Qué dolor de vida, si amar parece
    como amenaza chantaje o dolor!

    Al llegar al torno de tu convento,
    clama el grito final de San Agustín:
    "Si las puertas están abiertas,
    el corazón todavía más".

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