El pasado jueves día 3 de febrero de 2011, primer jueves de mes, en el transcurso de la convivencia mensual que organizan las cuadrillas de costaleros de mi Hermandad de la Macarena, se tributó un merecido homenaje a D. Luis León Vázquez, capataz durante treinta años de la misma.
El sencillo acto consistió en una emotiva semblanza sobre su persona, que pronunció el reconocido periodista D. Carlos Colón, la entrega de un recuerdo, consistente en un dibujo a plumilla, tinta y carboncillo del conocido llamador del "dragón" o "de San Miguel", así como en la proyección de varios vídeos con fotos del homenajeado en sus diferentes facetas como capataz de la Virgen del Rosario, misterio de la Sentencia, Cristo del Amor, Virgen de las Aguas del Salvador, misterio de la Borriquita, paso de San Leandro del Corpus y, sobre todas las cosas, capataz de la Virgen de la Esperanza.
Como el propio Luis León afirmó al tomar la palabra, "lo más grande que le ha pasado en su vida ha sido ser capataz de la Virgen de la Esperanza durante veinticinco años, más que ser millonario". Allí estuvieron con él sus incondicionales, mi tío Guillermo Orellana, -que tanto tuvo que ver en la fundación de la cuadrilla junto con Francisco José del Río, "Teté", y Fran Narbona-, su eterno contraguía Vicente Batelli, su hijo Iñigo, y costaleros ilustres como José Mª Rojas Marcos o Miguel Ángel Vaz Calderón.
Sin duda, el momento más emotivo, para mí, fue el abrazo en el que se fundieron Miguel Loreto, capataz del Señor de la Sentencia, y Luis León. Como un emocionado Miguel me confesó "yo estoy ahí porque él me puso".
Merecido homenaje que llega diez años tarde, pues Luis León se retiró voluntariamente de los martillos en el 2001. Tal como afirmó Antonio Hierro, capataz del Stmo. Cristo de las Tres Caídas de San Isidoro, en la magnífica tertulia desarrollada en el programa "Último Tramo" de SFC-Radio, "hoy todos debemos agradecerle a Luis León su iniciativa de crear la primera cuadrilla de aficionados", aquella que en 1972 paseó por las calles del centro de Sevilla a la Virgen de las Aguas del Salvador con jóvenes hermanos del Amor y Pasión.
Solo una pega a este sincero homenaje: me extrañó la ausencia del actual equipo de capataces y contraguías del paso de palio de María Santísima de la Esperanza, máxime cuando Antonio fue el fiel escudero de Luis durante tantos años.
Un grandioso homenaje para un gran capataz y excepcional macareno.
(Foto by web Hermandad de la Macarena)
El sencillo acto consistió en una emotiva semblanza sobre su persona, que pronunció el reconocido periodista D. Carlos Colón, la entrega de un recuerdo, consistente en un dibujo a plumilla, tinta y carboncillo del conocido llamador del "dragón" o "de San Miguel", así como en la proyección de varios vídeos con fotos del homenajeado en sus diferentes facetas como capataz de la Virgen del Rosario, misterio de la Sentencia, Cristo del Amor, Virgen de las Aguas del Salvador, misterio de la Borriquita, paso de San Leandro del Corpus y, sobre todas las cosas, capataz de la Virgen de la Esperanza.
Como el propio Luis León afirmó al tomar la palabra, "lo más grande que le ha pasado en su vida ha sido ser capataz de la Virgen de la Esperanza durante veinticinco años, más que ser millonario". Allí estuvieron con él sus incondicionales, mi tío Guillermo Orellana, -que tanto tuvo que ver en la fundación de la cuadrilla junto con Francisco José del Río, "Teté", y Fran Narbona-, su eterno contraguía Vicente Batelli, su hijo Iñigo, y costaleros ilustres como José Mª Rojas Marcos o Miguel Ángel Vaz Calderón.
Sin duda, el momento más emotivo, para mí, fue el abrazo en el que se fundieron Miguel Loreto, capataz del Señor de la Sentencia, y Luis León. Como un emocionado Miguel me confesó "yo estoy ahí porque él me puso".
Merecido homenaje que llega diez años tarde, pues Luis León se retiró voluntariamente de los martillos en el 2001. Tal como afirmó Antonio Hierro, capataz del Stmo. Cristo de las Tres Caídas de San Isidoro, en la magnífica tertulia desarrollada en el programa "Último Tramo" de SFC-Radio, "hoy todos debemos agradecerle a Luis León su iniciativa de crear la primera cuadrilla de aficionados", aquella que en 1972 paseó por las calles del centro de Sevilla a la Virgen de las Aguas del Salvador con jóvenes hermanos del Amor y Pasión.
Solo una pega a este sincero homenaje: me extrañó la ausencia del actual equipo de capataces y contraguías del paso de palio de María Santísima de la Esperanza, máxime cuando Antonio fue el fiel escudero de Luis durante tantos años.
Un grandioso homenaje para un gran capataz y excepcional macareno.
(Foto by web Hermandad de la Macarena)
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