jueves, 9 de septiembre de 2010

EL 8 DE SEPTIEMBRE Y LA VIRGEN DE LA VICTORIA

Juan Sebastián Elcano, marino gaditano que consiguió culminar la primera vuelta al mundo

Grabado de la nao Victoria, única nave que volvió de la mítica travesía

Virgen de la Victoria, hoy en la Real Parroquia de Santa Ana

La imagen de la Virgen de la Victoria revestida con ropas telares

Fotografía antigua del Convento de los Remedios

Ayer 8 de septiembre, festividad de la natividad de la Virgen de la María, muchas localidades y pueblos de la provincia de Sevilla y otras zonas de Andalucía celebraron solemnes cultos a las muchas advocaciones marianas que son conmemoradas en dicha festividad, entre otras la Virgen de Gracia de Carmona, la Virgen de Aguas Santas de Villaverde del Río, la Virgen de Regla de Chipiona o la Divina Pastora de Cantillana, por citar algunas de las más conocidas.

Sin embargo en esta jornada devocional mariana hubo una advocación que pasó totalmente inadvertida, pese a su importancia en el devenir histórico de España. Esta imagen no es otra que la Virgen de los Remedios, que hoy recibe culto en la Real Parroquia de Santa Ana.

El 10 de agosto de 1519 partía del puerto de Sevilla una flota compuesta por cinco naves, la Trinidad, la Victoria, la Concepción, San Antonio y Santiago, al frente de la cual estaba el marino portugués Fernando de Magallanes. El objetivo de la misma no era otro que demostrar la esfericidad de la tierra. Tras la muerte de Magallanes en la Batalla de Mactán, acaecida en noviembre de 1521, Juan Sebastián Elcano toma el relevo en la dirección de la expedición, llegando a Sanlúcar de Barrameda un 6 se septiembre de 1522 con una sola nave, la Victoria, y 17 supervivientes. Dos días más tardes, el 8 de septiembre de 1522, desembarcaban en Sevilla, postrándose en oración ante la imagen de la Virgen de la Victoria.

La imagen de la Virgen de la Victoria es una escultura sedente, de talla completa, que proviene del antiguo convento de Ntra. Sra. de los Remedios, el cual se alzaba en la esquina de la Plaza de Cuba con la actual calle Juan Sebastián Elcano. Fue erigido por los Carmelitas Descalzos sobre una ermita anterior allí preexistente. En su honor fue advocada una de las naves que participaron en esta primera "vuelta al mundo", curiosamente la única que logró volver a su punto de partida.

Muchos son los avatares que ha sufrido este edificio. Asaltado y saqueado por las tropas francesas, fue reabierto al culto en 1811. Tras la desamortización de Mendizábal, los Carmelitas son desalojados del edificio en 1835, siendo demolidas grandes dependencias del edificio, mientras que el resto fue usado como almacén de maderas, casa de vecinos y otros uso seculares. Adquirido en 1928 por el benefactor hispano-cubano Rafael González Abreu, el cual dotó al edificio de usos culturales, al establecer en él su propia fundación cultural y el Instituto Hispano-Cubano de Historia de América, en la actualidad es sede del Museo de Carruajes. Algunas de las obras que decoraban su iglesia, como la imagen de la Virgen de la Victoria, junto con otras como la Virgen del Carmen, pasaron a la Real Parroquia de Santa Ana.

Que se sepa, solo una vez estuvo a punto de ser procesionada, en 1992 en el Corpus Chico de Triana con motivo de las faustos de la Exposición Universal de 1992. La lluvia caída aquella mañana lo impidió.

Otra advocación olvidada, a la que debería de celebrársele en este, día al menos, una función parroquial, y que quedó relegada en un rincón de la Real Parroquia de Santa Ana, ante la recuperada devoción a la Divina Pastora de Triana.

(Fotos by Wikipedia&Fototeca de la Universidad de Sevilla)

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