GONZALO (¡¡SI A LA VIDA!!)

El niño que ven en la fotografía de la ecografía en 3D es Gonzalo, el hijo de mis amigos Cristóbal Pérez y Mari Ángeles Dantal, el cual, si todo sigue el curso previsto, nacerá el próximo mes de agosto. Un Virgo más para la causa. Será ordenado, metódico, meticuloso, y posiblemente le guste la música, dado que su padre es gran aficionado, además de tener una preciosa voz, que interpreta magistralmente canciones como "Ave María no morro".

Desde que los conocí sus caras irradian felicidad, desean que llegue el feliz momento del parto, en que puedan, por fin, ver, tocar, abrazar, besar y mimar al fruto del amor mutuo que sienten el uno por el otro. Y es que Gonzalo es un niño deseado y anhelado por la joven pareja. Y aunque les auguro largas noches en vela sin poder dormir, seguro que ellos no las cambian por la felicidad que ahora llena sus vidas.

Hoy entra en vigor una nueva ley del aborto que resulta completamente descorazonadora. Del "café para todos" que reclamaba el profesor y ministro Manuel Clavero Arévalo durante la transición, al "aborto para todos" de la ministra Aído (¿por que ésta señorita ha ido o ha vuelto?, ¿acaso alguien la espera?)

Descorazonadora porque reduce a la nada la figura del padre, poco más que el simple transmisor de la semilla y nada más. Como hacen las abejas cuando van de flor en flor portando en sus patas el polen que germinará en una nueva planta. Ahora las mujeres podrán abortar sin el consentimiento de los padres -si son menores de edad- y sin consultar con su pareja. ¿Alguien piensa que traer un hijo al mundo no es un proyecto común de dos personas?

Ya se lo que me dirán algunas progres, el manido eslógan "de nosotras parimos, nosotras decidimos". O me hablarán de los embarazos no deseados, del riesgo real de muerte de la madre, de malformaciones en el feto, de..... Embarazos no deseados los ha habido siempre a lo largo de la historia, y estos terminaban resolviéndose depositando al niño en la Casa Cuna, donde nadie daba explicaciones y nadie preguntaba. Pero el niño no era vilmente masacrado, se le daba la oportunidad de que fuese querido y acogido en otra familia. Un niño no deseado cubría el deseo maternal de un vientre estéril. Hoy algunos pretenden crear el niño a la carta; negamos la presencia de Dios en nuestra vidas, apartándolo por completo, pero jugamos ser Dios.

No entiendo que me digan que hasta la catorce semanas no hay vida. Hay vida desde el momento de la gestación. Cuando ves la primera ecografía de un futuro bebe hay algo que siempre sobresale, el constante palpitar de un diminuto corazón que ya insufla vida, aunque el futuro niño no sea más grande que un renacuajo.

Sigo pensando en el gran milagro que es tener la capacidad de poder dar vida, quizás por eso respeto y casi venero tanto a la mujeres. Como para que ahora otra mujer venga a decirme que todo es mentira.

Veo a Gonzalo y una sonrisa esboza mi rostro. Porque sé que nacerá en menos de dos meses. Por la alegría del rostro de sus padres. Por el sueño que ansío de poder yo ser padre también alguna vez. ¿Se imaginan lo que sería de este mundo si todas las mujeres decidiesen no ser madres? Directamente el mundo se acabaría.

Quizás por ello, la mejor defensa de la vida no sea una manifestación, ni una pegatina, ni una pancarta. Son los niños que nacen cada día, es Gonzalo, que viene a ratificar este prodigioso milagro de la naturaleza. Bienvenido a la vida, Gonzalo.

Hoy más que nunca: ¡¡Si a la vida!!