MI SEMANA SANTA 2010: DOMINGO DE RAMOS

Cristo de la Bondad, Hermandad de la Borriquita de Villarrasa (Huelva)

Pese al madrugón que me tuve que dar para poder ir a Villarrasa, no ha sido, en absoluto, este año un mal Domingo de Ramos, más bien podría decir que fue para enmarcarlo.

Por la mañana, con los amigos José Manuel Suárez Labrador y Joaquín Rivera, acudimos hasta el municipio onubense de Villarrasa, tierra natal del gran cofrade Antonio Ríos Ramos, -antiguo Hermano Mayor del Gran Poder y ex-Presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías-, para participar como contraguía en la salida procesional de la Hermandad del Cristo de la Bondad y la Virgen de las Angustias, una de las dos cofradías existentes en el municipio. A los sones de la Banda de CC. y TT. "San Sebastián" de Tomares recorrimos las principales calles del municipio, siendo el momento más emotivo el saludo a la Hermandad de la Santa Cruz de Arriba.

Culminada ésta, y tras mi retorno a Sevilla, iniciamos la maratón para ver todas las cofradías que procesionaban en nuestra ciudad dicho día. La primera en ir a buscar fue la Borriquita, en una zona amplia como es la salida de Javier Lasso de la Vega hacia Trajano, en su discurrir hacia la Plaza del Duque. Alegría desbordada al volver a encontrarnos con el paso de nuestra infancia y recuerdos que se agolpan en mi mente recordando el año en que la saqué de costalero.

En la zona de Laraña pudimos apreciar la perfecta armonía de la Hermandad de la Cena, donde destaca poderosamente el andar elegante y recio del misterio de la Cena y la calidad musical de la Banda de Tejera tras el palio de la Virgen del Subterráneo. Como contrapunto a ambos pasos, las dulces melodías interpretadas por la Escolanía de los Salesianos de la Trinidad rompían el silencio con el que el pueblo acoge al Cristo de la Humildad y Paciencia.

En la zona del Alcázar y en el intervalo de dos calles, Santo Tomás y Miguel de Mañara, asistimos al paso de las Hermandades de Jesús Despojado y la Paz. Cada vez anda mejor el paso de misterio de Jesús Despojado, donde mi amigo Cabra participa como contraguía y mis amigos Loren y Pepe Gómez (uno de los locos de la Costanilla que a estas alturas, ya iba por la tercera corría) como costaleros. Del palio de la Virgen de los Dolores me quedo con la belleza de su Dolorosa y con su exorno de flores tan bien escogido.

Pero, sin duda, si he de quedarme con algo, me quedo con mi Virgen de la Paz. Todos los que me conocen saben del profundo sentimiento que tengo hacia esta Dolorosa de Illanes, que podríamos calificar como la Novia del Domingo de Ramos, y que cada año se presenta impolutamente vestida de blanco. Poco se puede decir del misterio de Jesús de la Victoria, paso que cada año va a más en su andar, donde grandes amigos como Pepelu Martínez o Nico procesionan bajo sus trabajaderas y donde se estrenaba Antonio Manuel Santiago Cabello como costalero.

Una paraíta técnica en la Campana, para disfrutar de la compañía de la familia, me permitió ver el discurrir de las Hermandades de la Amargura y el Amor, así como del palio de la Estrella. Decepcionó, y mucho, el andar del palio de la Virgen de la Amargura, sobre todo con la gran cuadrilla que fue. Quizás hay ciclos que ya hayan terminado, aunque sus protagonistas no quieran verlo.

Terminado el paso de estas corporaciones por la Santa Campana decidimos jugárnosla y a fe que nos salió bien la jugada, por los momentos que pudimos vivir. Así acompañamos al Cristo de la Buena Muerte por el entorno de la Plaza de San Marcos hasta alcanzar la calle Hiniesta. Al paso de palio de esta Dolorosa azul y plata pudimos verlo en una magistral revirá entre las calles Doña María Coronel y Bustos Tavera a los sones de la marcha "A tí Manué". Reconozco que esta marcha de Juan José Puntas no es de mis preferidas, pero la perfecta revirá que dio la cuadrilla comandada por la familia Ariza fue sencillamente inolvidable. Como de manual, para sacarse el carnet de capataz, fue ver a Toni Ariza salvando un puñetero cable sin hechar el paso al suelo ni tener que bajar al Señor en el callijo.

Encaminamos nuestros pasos hacia la zona de la Puerta Carmona donde pudimos contemplar el otro momento de la noche. Ver la revirá del paso de Jesús de las Penas de la calle Imperial a la calle Lanza fue inigualable. Maravilloso el andar de la cuadrilla comandada por Carlos Villanueva, como igualmente lo fue la revirá de la Virgen de Gracia y Esperanza entre las calles San Esteban y Medinaceli. Ciertamente este palio, junto con Montesión y el Dulce Nombre, es de los que tiene un sonido más bonito en sus bambalinas.

Y quedaba el colofón. Y el colofón fue llegarnos hasta Triana para acompañar a la Estrella en su encierro. Buenas maneras del misterio de Jesús de las Penas, para mi gusto el que mejor anda de Triana, -¡ojo, hablo solo de los misterios!-, y maravillosa la Virgen de la Estrella. Todo acompaña, la cera, las flores, la cuadrilla, el capataz, la luz de la luna, las nubes y sobre todas las cosas, Ella.

Con el cansancio acumulado de una gran jornada cofrade y la ilusión reflejada en el rostro de mi niña Pilar por poder disfrutar de su Estrella, terminamos este espléndido día como hacía años que no disfrutábamos.