viernes, 26 de marzo de 2010

TONTERÍA COFRADE (II)


La foto no es mía, sino del gran fotógrafo cofrade Antonio, alias "bocoy". La captó -creo que hará dos años- en el Cerro del Águila, cuando cubriendo la salida de la Hermandad de los Dolores del Cerro se topó con la señora que ven, dueña de una mercería, con su mascota ataviada con la túnica de la corporación del Martes Santo.

Esta señora, al percatarse de que estaba fotografiando a su mascota, no dudó por un instante en acceder al interior de su comercio para traer el capirote que, a juego, completaba la túnica perril del Cerro, o Cerril del perro, como quieran ustedes llamarlo.

Cuando en animadas charlas con compañeros cofrades de otras ciudades (¿verdad, Agustín?)hablamos de nuestros sentimientos, siempre sale a colación la importancia de la túnica de nazareno y de como muchos no saben ni lucirla, ni llegan a entender cual es su significado.

Una túnica no es un disfraz, no se compra en tiendas de chinos por 10€. De hecho, lucirla implica claramente tu pertenencia y filiación a una determinada Hermandad y para muchos, en infinidad de casos su último destino es ser la mortaja que luciremos cuando vayamos al encuentro definitivo con el Padre Eterno. Todos conocemos algún caso de algún familiar que así fue amortajado; en mi caso, mi abuelo Pepe, así fue envuelto en lo que era su único bien más preciado, su túnica de la Macarena.

Ver como esta señora, quizás creyendo que hace una gracia, vistió a su mascota con la túnica del Cerro del Águila me parece un disparate que me rechina los dientes. Tal mofa o burla hace el mismo daño que los romanos que se reían del Señor, ya sea en el misterio de San Esteban o en el del Valle.

Si nadie la reprendió por ello, mal asunto, porque quizás en su inconsciencia, no alcance a saber lo que significa lucir una túnica de Nazareno. Son estos desmanes los que hacen que una estación de penitencia quede desvirtuada. Como el que luce gafas de sol sobre el antifaz, como el que conduce un descapotable o una moto vestido de nazareno, como el que se dedica a tallar con su anillo canorrillero en el cirio caritas o a hacer esculturas de cero-guante.

No es ese el sentido de una estación de penitencia, ni debe vestirse una túnica de nazareno para ello. Y quizás no está mal que, de vez en cuando, lo recordemos, aunque esta queja salga de bocas jóvenes a las que aún les queda mucho todavía que aprender como cofrades, como nazarenos y, sobre todo, del sentido exacto y de la medida de una estación de penitencia.

(Foto by Antonio&losbocoydepepe)

2 comentarios:

  1. Habría que darle una charla sobre la túnica a esta señora y ya de paso a la banda de cabezera del nazareno de linares¡¡ jajajaja

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  2. Eutanasia para la dueña del Gremli..que ademas se parece a Manolita Chen.

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