Feliz día del Dulce Nombre de María, a cuantos profesamos devoción cierta y verdadera a la que fuese calificada como "la Gracia de Sevilla bajo palio", la Virgen de los bellos ojos morenos que cautivaron a mi padre hace muchos años y cuya devoción, sabiamente, ha sabido transmitirnos a sus hijos. Cuando faltan las palabras para describir los sentimientos, cuando a tu cabeza le cuesta centrarse en el teclado del ordenador, porque su corazón está en otro sitio, lo mejor es quedarnos con Ella, en días como éste en que conmemoramos su onomástica.
Y un único ruego, que la travesía por el desierto, que el calvario de mi hermano Pepo, pase y acabe pronto. Lo demás, Madre mía, creeme que pasa a un papel secundario.
(Foto by Antonio Sánchez Sánchez)
Amén en todo, sólo una corrección la fotografía por cuestiones lógicas no es mía, es de nuestro común amigo, grasn fotografo y mejor persona,el Canónigo Alberico, D. Antonio Sánchez Carrasco.
ResponderEliminarAhora mismo lo corrijo. Un abrazo Pepe
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