Los hermanos mayores de la Lanzada y el Carmen Doloroso, Juan Antonio Pérez Tarascó y Antonio Saldaña Sánchez, acompañaron en la representación a la Hermandad de los Panaderos
Portada de ABC de Sevilla del sábado 20 de agosto de 2011. Junto al lado izquierdo del paso aparecemos mi amigo Luis Miguel Sánchez Fajardo, Paco Loza y servidor
El sábado llegaba a Sevilla, tras haber participado en las Jornadas Mundiales de la Juventud, con un espíritu totalmente renovado y fascinado por la gran religiosidad de una ciudad como Madrid, la cual no es conocida por este motivo, precisamente.
Reconozco que he sido muy crítico y escéptico en todo lo concerniente al Vía-Crucis de Madrid, como bien pudieron comprobar los lectores y visitantes de este blog en antiguas entradas publicadas. No entendía porqué si en anteriores JMJ dicho Vía-Crucis se había rezado con la sola presencia de la llamada "Cruz de la Juventud", que el hoy ya Beato Juan Pablo II había regalado, en España teníamos que ser diferentes y pretender rizar el rizo. Informaciones facilitadas por cofrades de Madrid me hacían desconfiar de los motivos de este Vía-Crucis con pasos de toda España.
Y aunque la organización ha tenido muchas lagunas y ha dejado bastante que desear en muchos aspectos, -solo hay que ver los altares tan cutres diseñados para acoger a los pasos de las diferentes hermandades-, bien es cierto que el acto resultó ser de una solemnidad y recogimiento que a muchos nos impactó. Y es que no en vano, más de dos millones de personas han acudido estos días a Madrid a reunirse con S.S. Benedicto XVI, cuando solo unos cientos eran los que protestaban contra dicha visita...
Hasta los detalles más mínimos se tuvieron presentes, como por ejemplo el hecho de que el acompañamiento musical de todo el acto fuese compuesto para la ocasión, o la redacción de un Vía-Crucis ex-profeso para dicho acto, labor realizada por las Hermanas de la Cruz, tan queridas en Sevilla y por lo que pude comprobar, también en Madrid.
En la horas previas al inicio del rezo del Vía-Crucis pude departir con cofrades de otras regiones de España y conocer sus vivencias y su manera de vivir la Semana Santa, no tan alejada de nuestros sentimientos como podamos pensar. Así, un hermano del Nazareno de León me comentaba su pertenencia a la Hermandad de Pasión de Sevilla, en la que se inscribió en 1992 tras contemplarlo en su Capilla cuando visitó la exposición de "Los Esplendores", donde reconocía que su belleza le cautivó. Una joven hermana del Descendimiento de Cuenca me comentaba que a ella de su ciudad no la movía nadie en Semana Santa y menos el Viernes Santo, afirmación ésta que muchos sevillanos hacemos con total rotundidad. Pero sin duda, quizás por la cercanía, la anécdota que más me conmovió fue la de un hombre de trono del Cristo de Mena de Málaga, el cual me confesó que era hermano de la Macarena desde hacía 33 años y que cada Jueves Santo, tras portar su Cristo, partía hacia Sevilla para recontrarse con su Esperanza. Anécdotas y recuerdos que solo por eso ya justifican la presencia de los diferentes pasos, tronos y carrozas en dicho Vía-Crucis.
Pero quedaba el broche, y el broche, que duda cabe, lo pusieron las hermandades en su discurrir procesional. Me impresionó sobremanera el trono del Cristo de Mena acompañado por la Legión, pero sobre todo me quedo con el palio de la Virgen de Regla. Lo de menos es el paseaso que la cuadrilla comandada por Pepe Monge y su equipo le dio a la Señora por las calles de Madrid, o los más de dos millones de personas que la acompañaron en su discurrir, sino como la capital acogió a la Tahonera de Dios.
Solo en las procesiones extraordinarias protagonizadas por la Esperanza Macarena había visto yo tanta cantidad de gente arremolinada en torno a un palio, con el cercano recuerdo de su traslado hace un año al Estadio de la Cartuja. Cada levantá, cada arriá, cada marcha era aplaudida y jaleada por los miles de devotos que La contemplaban. Momentos inolvidables como los sucedidos en la calle Alcalá, donde todos los allí congregados cantaban al unísono la salve contenida en la marcha "Encarnación Coronada", donde una joven aragonesa de manera espontánea ofrendaba a la Virgen el rezo y canto de una jota, los cientos de vivas que en honor a la Reina de los Panaderos y al Papa fueron proclamados a los cuatro vientos o ver al "maestro" Juan Borrero dirigir unas cuantas chicotás el palio de la Virgen de Regla.
Fueron muchas las vivencias tenidas en torno a la Virgen de Regla, como los cantos espontáneos de la Salve durante gran parte del recorrido, las lágrimas de una una joven filipina al contemplar a la Virgen, la ilusión no contenida en la cara y en el gesto del Obispo Auxiliar de Sevilla, Monseñor Gómez Sierra al tocar el martillo de Regla, etc.
En definitiva, unas extraordinarias vivencias, en lo personal, en lo espiritual y en lo cofrade que jamás olvidaré. Como me advirtió mi buen amigo Ángel Corpas, "ten cuidado que cuando mi Virgen te da el pellizco, te lo da fuerte de verdad" y a fe que llevaba razón en sus palabras.
Pero no quisiera desaprovechar la oportunidad de agradecer públicamente a las dos personas que han hecho posible que yo estuviese en Madrid, a mis buenos amigos y hermanos, uno en la Bofetá y el otro en la Esperanza, Julio José Jiménez Pardal y Luis Miguel Sánchez Fajardo. Gracias a los dos por otorgarme el privilegio de ser el encendedor del palio de la Virgen de Regla en su transitar en Madrid. Juli, tu caña, la misma caña que dio luz durante su Coronación Canónica, fue portada con honor y orgullo en la capital; Luismi, gracias de verdad, de todo corazón, por tus detalles, por tus gestos para conmigo, por "cederme los trastos" en plena calle Alcalá. Jamás lo olvidaré. A los dos de corazón, GRACIAS, y que la Virgen de Regla os lo premie y os proteja siempre.
(Fotos by José Javier Comas, ABC de Sevilla, Manuel Jesús Rechi y Rafael Ríos Delgado)
Bien Rafa, es de bien nacidos ser agradecidos, y sin duda tú otra cosa no se, pero bien nacido..una jartá¡¡
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que disfrutaras tanto, lo unico que siento es no habernos podido hechar la foto en Madrid,tú de encendedor y yo de costalero como siempre, con mis ganas me he quedado de darle un tiento a ese monumento de palio. Pero bueno, seguro que tú has disfrutado por los 2.
Un fuerte abrazo¡¡
No te puedes hacer una idea. Un abrazo y ten por seguro que me acordé mucho de tí
ResponderEliminarPOr lo leído, has disfrutado y mucho.
ResponderEliminarLa pena es el Santo Padre, que conforme se ve en la foto, ni dedicó una mirada a la Señora de Regla al pasar junto a Ella.
Un saludo.
A la ida hacia la tribuna que presidió sí, a la vuelta nada. Que menos que haber acabado el Vía-Crucis con el canto de la Salve Regina, puesto que había un paso de palio presidiendo la última estación del Vía-Crucis.
ResponderEliminarFíjate como fue la cosa, que la Hermandad, que tenía previsto entregarle al Santo Padre una pintura de la Virgen obra de Luis Rizzo de Haro, tuve que dársela a un miembro de la escotal del Papa, al ni siquiera parar ni un segundo ante dicho altar.
En fin, qué le vamos a hacer. Fallo hubo muchos.....