SOÑABAS CON SER ARMAO....

Y ya lo eres. Lo que es la vida. Jamás te atrajo la vida militar, ni se te pasó por la cabeza entrar a formar parte de los cuerpos de defensa del Estado. Pudiste escaparte de cumplir con el servicio militar, al que tampoco le veías sentido alguno, por no hablar del latín, de las castas del "rosa-rosae-rosam", que aprobaste, como buenamente pudiste, en aquel ya lejano 2º de B.U.P. de cualquier instituto de Sevilla.

Sin embargo un cosquilleo muy diferente recorría tu cuerpo cuando atravesabas el atrio macareno. Sin saberlo, tu corazón empezaba a latir al ritmo del ran-cataplan del tambor de Pepe Hidalgo y comprendías perfectamente el latín macarrónico "atriense" que los macarenos enarbolaban. Aquel que les llevó a escoger en un cabildo el término "nagüeta", como siempre se había llamado la túnica carmesí que lucían, frente a la "enagüa" que la redacción del articulado proponía. La independencia y el espíritu libre de los macarenos volvía a imponerse.

Y entonces lo tuvistes claro y pedistes el ingreso voluntario en el único cuerpo armado que no sirve a ningún rey o presidente de gobierno, sino al más Justo, al verdadero Rey de Reyes, a Ntro. Padre Jesús de la Sentencia. Desde entonces, nueve largos años de espera se han ido acumulando en el calendario, uno tras otro, día tras día. Volvían a tu mente las muchas noches comiendo pipas en la explanada del antiguo Hospital de la Sangre, cuyos chinos han aplanado la suela de los armaos de tanto recorrer su superficie. Y recordaste aquel momento, hace dos años, cuando la ilusión de una llamada se transformó en lágrimas de frustración. De gola, de coraza, de rodela, de machete y de lanza.

No alzastes jamás la voz. Tragastes tus lágrimas y seguistes luchando por cumplir tu sueño, como yo sigo luchando por cumplir el mío. Sin quejas ni reproches, pues en la mirada bondadosa del Justo hallabas las fuerzas para seguir adelante.

Y como todo llega en la vida, este año por fin te tocará. Y vestirás la ansiada ropa que el genio de Juan Manuel Rodríguez Ojeda idease, con la contribución económica de Joselito. ¡Cómo no os van a comparar con los toreros, si esa ropa la pago el más grande de todos los tiempos!

Hoy comparto tu alegría. La misma que pude comprobar la primera vez que otros compañeros tuyos, como Manolo Ruiz, como David Merón, como José Manuel, como Fernando-Bigotes y tantos otros sintieron en aquella jornada.

Dura es la jornada que te espera: guardia, paseo, recogida del capitán y del teniente, hospital, Hermanas de la Cruz, el Señor y....el resto, ya me lo contarás tú. Prepara tu corazón para acumular tantas emociones. Y con el pecho orgulloso, henchido como el de un palomo, proclama a Sevilla que ya eres ARMAO de la MACARENA.

Solo un deseo, acuérdate siempre de los que sueñan con compartir ese momento como tú, de los que han estado junto a tí durante tu paso por los escalafones inferiores, pues justo detrás tuya irá uno de ellos, al que yo deseo algún día ver derramar las lágrimas de felicidad que tu derramastes cuando te escogieron entre los elegidos.

Y es que la vida solo es eso, luchar y sufrir, caerse y volverse a levantar. Pero con la Esperanza a nuestro lado, siempre parece más fácil, ¿verdad Javier?

-Al amigo Javier Sánchez que este año debutará como armao de la Macarena-