Antes o después a todos nos llega, nos cuesta ir asumiendo que un buen día te levantarás y ya no serás, nunca más Costalero de Sevilla. Cuesta asumirlo, pero así es la vida, sobre todo cuando la Hermandad de la que te despides es la tuya.
La foto que ven es de mi amigo Fernando, captada una mañana de domingo de pregón hace dos años. Era, sin él siquiera saberlo, su última "mudá de los fantasmas", de su idolatrado Herodes. Una inoportuna lesión en la espalda lo apartó de lo que tanto amaba. Costalero de corto recorrido, atrás quedaron sus experiencias como costalero de la Cruz al Hombro del Valle, el Calvario y su querido Silencio Blanco, al que en el año 2004 tuvo la fortuna de pasear por dos veces, o sueños por cumplir como la Bofetá o Montserrat.
Hoy, sentado ante su ordenador, seguramente repasará por Youtube, o en las colecciones de vídeos de ABC o El Correo de Andalucía sus años de costalero, cuando uno ve una revirá y afirma "yo iba ahí debajo", mientras algunas lágrimas humedecen nuestros ojos.
Todo el que alguna vez lo probó sabes lo que es esto, ese veneno que te entra por la sangre y que cada año, por enero, vuelve a brotar con más fuerza como el gusanillo del viejo maestro que en un tentaero anhela aquellos tiempos de matador y por unos instantes desearía plantarse ante la vaquilla y darle algunos lances.
Y aunque él no lo sepa, una parte suya sale siempre conmigo, pues en la Bofetá o San Isidoro uso siempre el costal blanco que me regaló. Qué mejor forma de homenajear al amigo, al compañero que ya no puede disfrutar contigo, que usando su "escudo".
Un abrazo amigo; sabes que te aprecio.
(Foto by Fran Narbona)
Buena muestra de cariño hacia Fernando, yo también le deseo mucho ánimo y muchas fuerzas, esto de retirarse de los pasos tiene que ser muy duro, un abrazo Fernando¡
ResponderEliminarAmigo Fernando,
ResponderEliminaraunque sea duro tomar esta decisión y más cuando no es por edad, pero bueno estas cosas pasan, sabes de sobra que siempre tus amigos van a estar a tu lado para pasar este mal trago.
Un fuerte abrazo y este año más que nunca habrá que dar alguna chicotá por los costaleros de Sevilla, por los amigos de verdad.
Ánimo amigo para pasar este mal trago.
Pepo