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En uno Alejandro Ollero, al frente del paso de palio de la Virgen de la Amargura, por la estrechez de la calle Francos. En otro Antonio Santiago, con el palio de Madre de Dios de la Palma de la Hermandad del Cristo de Burgos, por la misma estrechez.
Dos palios y dos hermandades de corte serio, pero dos formas de andar, dos formas de mandar, dos mundos equidistantes entre las cercanas plazas de San Pedro y de San Juan de la Palma. Juzguen ustedes cual es de su mayor agrado. Yo, personalmente, me quedo con el "niño" de Manolo.
(Vídeos: youtube)
Creo que mas alla de los capataces, son dos palios que no se pueden comparar, mucho mas bajo y ancho el de Madre de Dios de la Palma.
ResponderEliminarYa puestos a quedarse con algo, yo me quedo con la vuelta de la Amargura por Tetuan. Aquello si que eran buenos tiempos.
Buenisima la "entrada" Rafa,estupenda la comparación.
ResponderEliminarCoincido contigo en tus preferencias.
Me quedo con la Madre de Dios de la Palma, ese palio anda mejor que el de la Amargura, y la forma de mandar, bueno, esta claro no? que bueno se va a hacer el niño del Grande...
ResponderEliminarEstimado amigo Fernando Ollero:
ResponderEliminarPor supuesto que son dos palios que no se pueden comparar, palios muy distintos, Vírgenes muy diferentes y capataces con formas completamente distintas.
Pero como para gustos los colores, pues a mí, personalmente, me gustan más las formas de andar de los palios que comanda Antonio Santiago que los que comanda Alejandro Ollero, siendo como son los dos grandes capataces.
Un saludo.