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Intentar describir las sensaciones vividas en torno a la Esperanza, en esta madrugá de septiembre, es imposible. Las emociones se acumulan unas tras otras y fueron muchos los momentos, a lo largo del recorrido y durante la misa, en los que las lágrimas afloraron en nuestros ojos.
Pero, si quien esto les cuenta lo vivió intensamente, hubo dos personas que disfrutaron del momento sobremanera. De un lado mi padre, Rafael, el que me inculcó el amor por Sevilla, la Semana Santa y sus hermandades, feliz por poder acompañar de nuevo a la Virgen en un cortejo, pues sus maltrechas rodillas así se lo han impedido en las últimas madrugás.
De otro, mi niña Pilar, porque era la primera vez que acompañaba a su Esperanza, anhelo ansiado por ella desde hacía siete años. Para los dos, momentos inigualables e irrepetibles que ojalá vuelvan a repetirse dentro de tres años, cuando la Esperanza celebre las bodas de oro de su coronación.
Quizás por todo ello, nos faltaban las palabras y nos sobraban las lágrimas.
(Foto by Fali Lobo)
Es lo que tiene la Esperanza Rafael, hasta a los Trianeros nos remueve el sentío...
ResponderEliminarSimplemente mágico.
ResponderEliminarAún después de los días, no puedo recordar lo vivido sin que mis ojos se llenen de lágrimas.
Estoy tan llena de Esperanza,que casi floto.
En la vida se me olvidará esta Madrugá de septiembre en la que uno de mis sueños entorno a Ella se hizo realidad.
Gracias amor,ya sanes por qué, no tengo que decirte más.
Me alegro mucho por tí, por tu padre y por Pilar, se que vivisteis un día que quedará guardado en vuestros corazones para siempre, Gracias por hacerme participe de haber vivido con vosotros el "sueño macareno"...
ResponderEliminarSolo con verle la cara a Patri el momentito que tuvo para verla ya de vuelta justo antes de la visita a sus enfermos (como dice el escrito, a ver quién le cambia ahora el nombre al hospital) se llena uno de gozo, siempre lo he dicho, algo tiene la Macarena Rafael, algo tiene.
ResponderEliminarNo hacía falta el sol, Ella nos iluminó el alma y nos llenó el corazón de gozo a todos los que presenciábamos este acto. Pero no olvidemos que La madre de Dios, La Esperanza de Sevilla, nuestra Virgen Macarena, salió en esta madrugá de Septiembre para acompañar a Madre Mª de la Purísima en el día de su beatificación y lo hizo en la ciudad de la gracia.
ResponderEliminarEnhorabuena Rafa por este precioso "Niño frito"
Mª Pilar Ruiz Hurtado