Reconozco mi predilección por esta Dolorosa del Miércoles Santo, pues no en vano, es uno de los palios más personales y bellos de cuantos procesionan en nuestra Semana Santa. Puede que fuese por la gran cantidad de amigos que tengo, pertenecientes a dicha corporación, o tal vez por un primer y antiguo amor que era de los Panaderos, pero lo cierto es que he vivido con intensidad la coronación de la Virgen de Regla.
Por mediación de mi gran amigo, Luismi Fajardo, pudimos Pilar y yo asistir a la ceremonia de coronación. Lo que antes era "solemne pontifical", ahora es "misa estacional". Pues vale, pero nunca entenderé estos cambios introducidos en la liturgia que no creo que ayuden para nada. Como tampoco ayudan los cambios introducidos por la Catedral de Sevilla en sus funciones que, bajo mi humilde punto de vista, solo hacen retrasar hasta el sopor el "climax" de cualquier celebración. Pasó en la Solemne Beatificación de Madre María de la Purísima y volvió a ocurrir el pasado domingo.
Por mediación de mi gran amigo, Luismi Fajardo, pudimos Pilar y yo asistir a la ceremonia de coronación. Lo que antes era "solemne pontifical", ahora es "misa estacional". Pues vale, pero nunca entenderé estos cambios introducidos en la liturgia que no creo que ayuden para nada. Como tampoco ayudan los cambios introducidos por la Catedral de Sevilla en sus funciones que, bajo mi humilde punto de vista, solo hacen retrasar hasta el sopor el "climax" de cualquier celebración. Pasó en la Solemne Beatificación de Madre María de la Purísima y volvió a ocurrir el pasado domingo.
Por mucho que se empeñen, José Márquez, "Pepote", no es el más indicado para dirigir el canto del pueblo durante las celebraciones, máxime cuando los temas interpretados no son conocidos por la gran mayoría. Es lento y casi nunca da el tono adecuado. Si no cantaba bien hace 20 años, no lo va a hacer ahora. Y lo digo con conocimiento de causa y como antiguo integrante de la Coral Polifónica Macarena.
No me gustó la disposición del altar de pontifical. La presencia de la gran escalera para acceder al paso de palio, rodeada por las insignias que participaron en el cortejo de ida durante el traslado de la Dolorosa a la Catedral, no hacían más que restar visión al propio altar, que quedaba además cojo. Muchas flores en un lateral, pocas en el otro.
Llegado el momento de la coronación, que todos los presentes ansiábamos, resultó un acto muy solemne, pero muy frío. Que el Arzobispo, Monseñor Asenjo, se quedase orando ante la Virgen de Regla en recogimiento frenó, sin duda, el acostumbrado aplauso con el que Monseñor Amigo solía acompañar este tipo de actos. Diferentes pastores, diferentes actitudes para un mismo acto. Y una cualidad común, su poca pericia para colocar las coronas, por lo que al final la imagen es "terminada de coronar" por los priostes...
Una lectura positiva si que saco de dicho acto, y es comprobar como, muy posiblemente, la Virgen de Regla se convierta en una de las grandes devociones personales de Monseñor Asenjo, palpable en el beso entregado a la Dolorosa en sus manos tras la imposición de la corona o en el agradecimiento público por la presencia de la Hermandad el año próximo en el Vía Crucis de la Juventud en Madrid, que presidirá S.S. Benedicto XVI.
Para el recuerdo quedarán la anécdota protagonizada por el Hermano Mayor, Emilio Santiago, que a punto estuvo de caer al suelo, tras tropezar al bajarse del atril, para entregar una obsequio a Monseñor Asenjo.
Pero sobre todo, quedará para el recuerdo el magnífico andar del paso de palio de la Virgen de Regla. Increíble e indescriptible. Ver las levantás recias y fuertes de dicho palio, el andar sobrio, sencillo, sincero y sevillano del mismo, nos hace pensar que el techo de dicha cuadrilla aún no ha llegado, pues en cada salida procesional se superan. Parecía como si hubiese ganas de sacarse la espina o la espiga del pasado miércoles, cuando tuvieron que compartir "a su Virgen", con la cuadrilla del Señor del Prendimiento.
Desde, públicamente, mi felicitación más sincera de nuevo para el equipo compuesto por Pepe Monge, Paco Loza, Luismi Fajardo y José Antonio Mejías, por haber llevado a un grupo de costaleros a convertirse en un gran grupo humano, palpable en el detalle que con uno de los suyos tuvieron a la finalización de la procesión de regreso. Esos pequeños detalles son los que hacen cuadrilla y Hermandad, como la levantá dedicada a Jesús, pertiguero y capiller de la corporación, que se retiraba como acólito en dicha procesión.
En resumen, una gran jornada de domingo, en las que los aromas a olivo y espiga, a aceite y pan, impregnaron las naves de la Catedral de Sevilla.
(Foto by Tania Martagón N.)
Felicidades por la entrada, perfectamente descrito el acto y la procesión de regreso, genial amigo mio, genial...
ResponderEliminarPor cierto, comparto contigo lo que has dicho sobre la cuadrilla de la Virgen de Regla Coronada.
Este paso hace unos años no llamaba toda la atención que este precioso palio merece, quizás por la forma de andar de su cuadrilla o por la espectacularidad con la que el paso de misterio de la misma hermandad anda en la calle pero, hace ya unos años que viene dando golpes en la mesa, año tras año, esta cuadrilla se a superado y viendo la procesión de vuelta creo que puedo decir que, estan en un nivel muy alto.
Me recuerda mucho a lo que nosotros llevamos viviendo estos dos ultimos años en nuestro paso del Rosario verdad Rafa?
En fin, que enhorabuena a la Hermandad del Prendimiento y a su cuadrilla de Regla, sois muy grandes¡¡
http://sentimientosdepasion.blogspot.com/
ResponderEliminarRUEGO LA DIVULGACIÓN DE LA NOTICIA
UN ABRAZO