LA VERDAD DE LA MEMORIA HISTÓRICA

Antes, mucho antes, de que el Sr. Rodríguez Zapatero aprendiera a sonarse los mocos con pañuelo un grupo de intelectuales de varias ideologías políticas dieron forma a la actual Constitución Española, la que está en vigor, la cual fue fruto del consenso de todos, donde todos renunciaron a parte de sus intereses e ideales en favor del bien común. Y a ese bien común es al que siempre se llamado "espíritu de la transición".

Siendo Felipe González presidente del gobierno le preguntaron si él quitaría todas las estatuas de Franco existentes. La respuesta fue que no por dos cuestiones. La primera, porque ya estaba muerto y poco daño podía ya hacer. Y la segunda, para que España recordase siempre quien había sido el dictador que gobernó nuestro país durante cuarenta años y no se volviese a repetir.

Y cuando muchas de estas heridas empezaban a estar más que cicatrizadas llega el "tonto" (léase al respecto las diferentes acepciones recogidas en el diccionario de la RAEL) ha reabrir viejas heridas y desentrañar viejas rencillas con la nefasta Ley de la Memoria Histórica, ley partidista y sesgada donde las haya.

Todos los que hemos pasado la treintena tenemos familiares muy cercanos que participaron en la cruenta Guerra Civil o sufrieron sus desmanes. Y me quedo siempre con la explicación que mi abuelo Pepe daba de ella, que no era otra que "por parte y parte se cometieron atrocidades, en ambos bandos hubo gente buena y gente mala y que una guerra civil era lo peor para un país porque a lo mejor luchabas contra tu padre, tu hermano o tu vecino".

Ayer recogía ABC de Sevilla como un concejal del Ayuntamiento de Lopera (Jaén) se jugó el tipo para salvar a la imagen de Ntra. Sra. del Amor Hermoso, la cual habría perecido seguramente en el incendio intencionado del templo parroquial en agosto de 1936. El referido concejal se llamaba Adolfo Calvo Peralta y pertenecía a la corriente "lerrouxista". Tal devoción debió sentir dicho concejal por esta imagen, o tanto amor tuvo por el arte que siempre guardó consigo esta imagen, pese a haber residido en otras ciudades como Jaén, Madrid, Barcelona, Gerona y Osuna.

Ahora, 74 años después de aquel suceso, sus herederos, su hijo, también llamado Adolfo Calvo, y su nieta, Natacha Calvo Bex, han cumplido su deseo de que la imagen volviera a Lopera, corriendo además con el importe de la restauración, la cual ha sido realizada en el taller de José Luis Ojeda de Andújar (Jaén).

Sin embargo me ha sorprendido que la publicación de la noticia en la versión digital del diario ABC sirva de excusa para que muchos trasnochados, de ambos bandos, utilicen la misma para insultarse y atacarse mutuamente. Y es que la verdad de toda esta historia es que la salvación de gran parte de nuestro patrimonio cultural y devocional está jalonada de multitud de casos en que políticos o militantes de izquierda se implicaron en la defensa del mismo. Por encima de sus ideas políticas estaba su devoción a una imagen o la defensa de una determinada obra de arte. Gracias a Julián Besteiro, Rafael Alberti y Maria Teresa León -primera esposa de éste- los cuadros del Museo del Prado terminaron en Suiza, sanos y salvos, y no en Rusia.

Y a nivel local conocida es la defensa del Cachorro de Triana que hizo Salvador Dorado "el Penitente", pese a su militancia en un sindicato izquierdista. Mi abuela Gracia y mi tía Pepa me contaban que la Virgen de Gracia de Carmona, Patrona de la ciudad, fue salvada por un republicano que trabuco en mano disuadía a todo aquel que se acercase por la Iglesia de Santa María. Un cartel colgado en la puerta que rezaba "Aquí no entra ni Dios" dejaba clara cual eran sus intenciones. Ese mismo republicano era el que en el año 1990 lloraba a moco tendío cuando la Virgen de Gracia era coronada ante la Puerta de Sevilla. De su boca solo se escuchaba "¡Qué día más grande para Carmona!".

Esperemos que este tipo de noticias nos haga reflexionar hacia adonde vamos. Ni todos los de izquierda era unos "asesinos-quema iglesias", ni todos los de derechas unos "angelitos". En ambos bandos hubo gente buena y mala. Pero dejemos de remover "mierda" y de paso, luchemos porque una ley injusta sea derogada.

(Foto by ABC)