Homenaje del Arma de Artillería a los Capitanes Daóiz y Velarde, en la Plaza de la Gavidia
Proyecto del monumento, obra de Antonio Susillo (1889)
El monumento en la actualidad
Proyecto del monumento, obra de Antonio Susillo (1889)
El monumento en la actualidad
Detalle del pico de la bota que sobresale del pedestal. De ahí viene la expresión sevillana "tienes más pies que Daóiz"
Uno de los dos relieves que decoran el pedestal de esta escultura, que muestra a Daóiz ya muerto, mientras Velarde continúa con la defensa de Madrid
La otra estatua de Daóiz, situada en el Palacio de San Telmo. Antonio Susillo (1890)
La otra estatua de Daóiz, situada en el Palacio de San Telmo. Antonio Susillo (1890)
Ayer, como suele ser tradicional, se celebró en Sevilla el homenaje a Daóiz, uno de los héroes, junto con Velarde, de la Guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico y muerto, por fusilamiento, a manos del mismo.
Dicho homenaje consiste en una parada militar en la que se deposita una corona de laurel y se interpretan diversas marchas militares, culminando el acto con la interpretación del Himno de España. Para los que lo desconozcan, dicho homenaje se lleva a cabo ante la estatua de Daóiz, la cual está situada en la Plaza de la Gavidia, dado que la misma se alza frente al antiguo Cuartel de Artillería de la Gavidia, donde este militar sevillano se formó.
Hay lecciones de historia que uno no las aprende en el colegio, ni en la escuela de la vida, sino que son enseñanzas que te transmiten tus familiares más cercanos. Recuerdo un año de mi infancia que asistí a este acto de la mano de mi abuela Gracia, que fue la que me explicó quien era Daóiz; ese día, que veníamos de misa de 9 en el Gran Poder, nos encontramos con la celebración del acto y ya nos quedamos a verlo. Debía ser algún festivo escolar, porque por norma, en Sevilla, el día 2 de mayo suele ser lectivo.
Años después, con los libros de José María de Mena aprendí algunos datos más, conocí que la estatua que preside esa plaza es obra de Antonio Susillo, apodada curiosamente como "el zapatones", -por el perfil de su bota que asoma del pedestal-, e incluso que existe otra estatua más dedicada a este hijo ilustre de Sevilla, curiosamente también obra de Susillo pero bastante más desconocida por el gran público. Esta segunda escultura fue realizada por encargo de los Duques de Montpansier con destino a la balaustrada de personajes ilustres vinculados con Sevilla que adornan la fachada del Palacio de San Telmo que da a la calle Palos de la Frontera.
Siendo yo ya docente me encargué de transmitirles a mis alumnos este retazo de la historial local y de España, que conocieran que significa ser patriota y derramar tu sangre por la patria, pero recordando siempre que mi primer 2 de mayo fue junto a mi abuela Gracia.
(Fotos by ABC de Sevilla, elalmanaquedesevilla y archivo del autor)
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