EL GRAN WYOMING SE PITORREA DE LA SÁBANA SANTA

Caricatura de un imbécil integral

Rompo intencionadamente mi serie de entradas en torno a mis vivencias en la pasada Semana Santa para denunciar un hecho que, como cristiano, me ha molestado profundamente. Una de las grandes mentiras del llamado "estado del bienestar" y de una democracia es el concepto de libertad, que pasa por reírte, cachondearte o burlarte abiertamente de los sentimientos del vecino, sin importanos si le hacemos daño o no.

El botarate éste, pseudo-cómico, abrazafarolas y un largo etcétera de improperios que se me ocurren pero que, por educación, no voy a soltar, no tuvo ayer en su programa "El Intermedio" otra feliz idea que volver a atacar a la religión católica y reírse de una de las consideradas por muchos millones de creyentes como una de las reliquias más importantes conservadas de Cristo, como es su Sábana Santa.

La Sábana Santa o Sindone es, según la tradición, la sábana que envolvió el cuerpo de Cristo cuando éste fue depositado en la sepultura que José de Arimatea había adquirido para ello. La magnífica exposición celebrada hace escasos dos meses en la iglesia de San Martín de Sevilla, organizada por la Hermandad de la Lanzada, ha puesto de relevancia la importancia de dicha reliquia.

La misma, desde el s. XIX, ha sido sometida a millones de pruebas para intentar demostrar que es falsa, pero hasta la fecha no ha habido ninguna prueba, total o parcial, concluyente en este sentido. Sin embargo estos "muchachos de la Sexta" recurren a la manida prueba del Carbono 14 para desprestigiarla, prueba ésta que, entre otras cosas, fue rechazada por su propio ideólogo al presentar los estudios realizados muchas deficiencias, y al no contemplarse algunos aspectos que podían alterar la datación de la sábana.

Las ostentaciones son las exposiciones públicas de la Sábana Santa para que ésta sea contemplada por los fieles. En los últimos tiempos éstas se han reducido considerablemente, reservándose para casos excepcionales, siendo la última vez que se expuso en el año 2000, coincidiendo con el Jubileo Internacional por el nuevo milenio. Aclaro, para el que no lo sepa, que la Sábana Santa o Sindone está expuesta en la Catedral de Turín (Italia).

Comentarios como que "Cristo, como era un gran sufridor, la sábana que quería no era ésta sino la del Atlético de Madrid", o que "sólo le faltaba un cupón para completar la cartilla del diario As pero que, mira por donde, ese día lo mataron" fueron algunos de los improperios que vertió este energúmeno por su boca, mientras que la copresentadora y el público asistente reían sus gracietas.

Comparar a Cristo con Jesús Gil y Raúl, mostrar un fotomontaje de Jesús a lomos de "Imperioso", en vez de una burra, comentar que San José quería que hiciese un módulo de carpintería para ayudar a la familia o decir que para saber si la sábana es buena o no hay que analizar si hace pelotillas, son algunas de las ordinarieces que completaron su repertorio.

Yo no se si la Sábana Santa será o no la que cubrió el cuerpo de Cristo, pero en mi ser cristiano hay algo que me dice que sí, y como tal la venero, lo mismo que respeto y venero el Lignum Crucis de la Hermandad de la Vera-Cruz, por poner un ejemplo.

Nadie tiene derecho a reírse y mofarse de mis creencias, por muy gracioso que se crea, y menos un médico que abandonó su profesión al no tener los suficientes bemoles para aguantar que se le manchara la bata de sangre.

Hay actualmente una clara persecución contra el cristianismo, peor que en los tiempos de las catacumbas, y parece que quieren reducirnos a eso, al ámbito privado y sin rechistar. Pues yo, sintiéndolo mucho, pienso seguir abrazando libremente mi Fe, luciendo orgulloso la Cruz que llevo al cuello que me identifica en mi condición de cristiano, y comprometiéndome con ella, aunque aveces no comparta las decisiones de sus dirigentes. Pero creo en Cristo y su mensaje salvificador y con eso me basta.

Lo mismo que yo respeto que un musulmán piense que en la Mezquita de la Roca se conservan las huella del profeta Mahoma o que en la Mezquita de la Meca el trozo de meteorito es un mensaje de Alá, solo pido que respeten ustedes mi decisión de ser cristiano, que yo hace muchos años decidí abrazar libremente.

Al final de todo esto, el que lleva razón es mi padre. La culpa es mía por ver al Wyoming -no fue algo intencionado, sino casual- y la Sexta. Ya tenía que haber aprendido, tras haberse mofado antaño de María Auxiliadora, la Semana Santa, los nazarenos o el Rocío.

¡Que listo fue aquel caballo que en una Feria de Sevilla, al sentirlo cerca, le soltó una coz a semejante mamarracho!