Detalle de la imagen de la Virgen, obra de Antonio González Olea
Alegoría al Patronazgo de la Virgen sobre la ciudad de Linares
Alegoría a la guarda sobre la ciudad de Linares
Alegoría al Patronazgo de la Virgen sobre la ciudad de Linares
Alegoría a la guarda sobre la ciudad de Linares
Alegoría a la Coronación Canónica
La Virgen socorre al viajero perdido
Bendiciendo los campos
El pasado mes de enero la ciudad de Linares inauguró un monumento a su excelsa Patrona, la Virgen de Linarejos, a la que tengo la suerte de poder portar como horquillero, privilegio que pude alcanzar gracias al buen hacer de mi amigo Manuel Olmedo.
Para este nuevo monumento, lejos de hacer cosas disparatadas, contrahechas, de hechura imposible, en la que uno tiene que adivinar lo que se quiere representar, han optado por reaprovechar una imagen preexistente, a la que se ha dotado de nuevo basamento.
La imagen en cuestión es una escultura de Antonio González Olea, el cual, fiel a su estilo, realizó una esquemática versión de la Virgen de Linarejos con destino a la antigua Fábrica de Harinas. Este simulacro, tras su conveniente restauración, ha sido entronizado sobre nuevo basamento, compuesto por un pilar de granito gris, al que se han añadido cuatro relieves de gran formato y cuatro relieves de pequeño formato, dos por cada cara, realizados en bronce patinado por el escultor local, Alfonso González Palau, el cual, para no romper con la visión del conjunto, ha seguido la misma técnica empleada en la imagen, siendo por tanto estos relieves de carácter esquemático.
Ni que decir tiene el enorme trabajo realizado por González Palau, escultor municipal y Conservador de la Capilla del Hospital de los Marqueses de Linares (a pesar de los incompetentes políticos que se la terminarán cargando), con amplia trayectoria en la ciudad, pues es autor, entre otros, de los Monumentos a la Mujer Trabajadora, Donante de Sangre, Trofeo de Ajedrez o de la Virgen de la Cabeza.
Volviendo al monumento que nos ocupa, en su base se sitúan cuatro relieves de grande dimensiones de temática alegórica, alusivos al Patronazgo de la Virgen sobre la ciudad, al voto de ésta en agradecimiento por haberla socorrido en época de penurias, a su Coronación Canónica y a su condición de guarda y custodia sobre su pueblo.
En los relieves pequeños se narran episodios vinculados a la propia historia de la devoción y su vinculación con la ciudad, como su aparición sobre un monte de lantisco o lentisco, el socorro al viajero perdido, el milagro de la mina o su bendición sobre los campos.
Un monumento digno, que promueve a la devoción -prueba de ello son las flores y velas votivas depositadas a sus pies-, sin caer en la ñoñería y empleando un lenguaje moderno, alejado de las formas tardo barrocas, más cercanas al escaparate kitsch de confitería, que encontramos en otros artistas y monumentos.
Todo un acierto por parte de la Ciudad, la Hermandad y el escultor.
(Fotos by Alfonso González Palau)
PER ME REGES REGNANT
ResponderEliminarLa Azucena toda intacta,
que entre las proclamas
de orantes campanas,
a la Ciudad y al orbe
extiende la serena
belleza de la sonrisa,
-Divina y aún más,
en Su Ser encarnada-,
tiene a sus pies
la nave capitana
que cruza el océano,
como espada templada
de sólida piedra
que vence el fin
de la oscura tierra.
Este mundo es otro,
y sus colores ya
quedan sin velo.
Ante su Ser Inmaculado,
de Azucena blanca
que sostiene un Lirio,
toda Esperanza es infinita.
Y la extensión y heredad
son desde entonces eternos.
Y es de todo Ella la Reina.
A modo de copla a Nuestra Señora de los Reyes,Patrona de Sevilla y su Archidiócesis.