domingo, 27 de diciembre de 2009

MANOS DE ESPERANZA


Esta foto que el amigo Cerero, en su magnífico blog (http://cerero.blogspot.com/) tiene colgada del último besamanos de la Esperanza Macarena me ha hecho reflexionar este pensamiento que hoy os transmito.

Quizás sus manos no tengan la belleza de las manos de la Estrella o la Victoria de las Cigarreras, pero algo tendrán cuando tanta gente se acerca a besarlas. Gastadas, como el talón del Gran Poder, ¡cuantos rezos!, ¡cuantas promesas!, ¡cuantas peticiones! se habrán hecho en cada uno de los besos que los sevillanos depositamos en sus manos de Reina.

Recuerdo, siendo un niño, como mi padre me aupaba en sus brazos para que pudiese alcanzarlas. Con los años, al ir creciendo, crees que por fin podrás ser más alto que la Virgen. Iluso. Iluso, porque aunque físicamente puedas llegar a serlo, es ponerse delante y todo se desmorona, todo se viene abajo.

Ante Ella recuperas la ilusión del niño pequeño que se acerca por primera vez a verla. No importa que sea en su Besamanos, en la luminosa mañana del Viernes Santo o el visita íntima que cada día miles de devotos le hacemos. Quizás no dure más de cinco minutos, pues nuestras obligaciones y ocupaciones nos reclaman, pero pasas por la puerta y entras a verla, a darle las gracias o a pedirle la cosa más insignificante, desde que tu equipo gane a que te ayude a entrar de costalero en el paso de Cristo, junto a su Hijo. Con la naturalidad con la que hablas cualquier tema con tu madre terrenal. De preocupaciones y también de alegrías.

Y es que es pisar su Basílica, y como dijese hace unos ya años, Manuel Aparicio Ramirez, apostando en el centro del atrio y mirando para el altar mayor: "mirad, una postal del cielo...."

(Foto by Cerero)

1 comentario:

  1. Que suerte teneis los que podeis verla todos los dias, no sabeis lo afortunados que sois, enhorabuena por poseer ese privilegio.

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