Mostrando entradas con la etiqueta Macarena. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Macarena. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de marzo de 2014

S.P.Q.R.



 
 
 
 


Nos habían engañado. Todos los cofrades, y los que habíamos cursado la materia de latín en el instituto, estábamos convencidos de que éstas iniciales o acrónimo, S.P.Q.R., -quizás el eslogan más conocido del mundo entero-, hacían referencia a la expresión, "el Senado y el Pueblo de Roma", grandísima falacia por cierto, aunque eso sea harina de otro costal, porque poco le importaba a los miembros del Senado romano lo que el pueblo reclamara para sí.

Decía que todos creíamos a pies juntillas que esas iniciales respondían a tal afirmación, hasta la noche del pasado martes. El latín en macareno, es más vulgar, más de colonia o de barrio, pero con un sabor mucho más puro. S.P.Q.R. en macareno significa esto: ¿Sabes Pepo Que ya eres Romano?

Tras vencer a la más dura de las batallas, que ya quisiera César en "La Guerra de las Galias", y tras muchos años de espera, XI si mal no recuerdo, por fin has alcanzado el sueño deseado, ser Armao de la Macarena. ¡Casi ná....! Has sido bendecido con las Reales Órdenes de la Gandinga y las Plumas Blancas. Te acompañan otros dos ilustres Nicolás Moreno y Fernandito García. Moreno, Pepo y García, que suena ya a mítica defensa del Sevilla F.C. en los años cuarenta....

A golpe de rancataplán, tu cuerpo fue cubriéndose de una extraña piel de terciopelo corinto o grana, -que ya te dirán los "guasas", en esta Sevilla de la ojaneta que rima con nagüeta, que es para que no se noten las manchas de tinto..; aquí todos critican, pero más de uno ha soñado desfilar por Sevilla vestío de armao-, o de escamas de orfebrería de una coraza. Tu cuello creció un par de centímetros para que fuese abrochado por una gola blanca con cinta roja, tus muñecas se cubrieron de cuero repujado, mientras que tu andar, ahora alegre, ahora pausado en su mecía, recordaba el andar de nuestro Cristo de la Sentencia.

Al rancataplán del tambor de Pepe Hidalgo tus pies ya desgastan los chinos de la explanada del Parlamento de Andalucía, otrora Hospital de las Cinco Llagas, en la que una bonita leyenda decía que había aparecido la Esperanza Macarena. Esperanza que este año llevarás, ya al Virgen Macarena, ya al Virgen del Rocío, a cuantos enfermos visitáis en vuestro recorrido por la ciudad.

Te quedan cientos de vivencias y recuerdos por experimentar. Tu primera guardia, donde sentirás lo que sentía Joselito "El Gallo" al vestirse de torero...no es extraño que el matador macareno pagase la hechura de estas ropas, a solicitud de su amigo Juan Manuel Rodríguez Ojeda, pues mucho tienen de torero los armaos de la Macarena. Aquí estaré yo, cual fiel mozo de espadas, para vestirte con estas nuevas galas, como hacía Sánchez Mejías con su cuñado, cuando era su banderillero.

Verás y ten enfrentarás al Señor de Sevilla, cuando llegues a la plaza más hermosa de Sevilla. No te extrañe si escuchas aplausos fuertes y atronadores, pues la abuela Gracia habrá bajado del cielo para sacar silla en la misma y ver desfilar a su nieto vestido de armao ante la mayor de sus devociones.

Feria, Arco, Basílica......y toda una Madrugá acompañando al Señor de la Sentencia. A escasos metros de ti, iré yo con mi cántara y cuando llegues de vuelta al Atrio, tras vencer y repartir Esperanza por la calles de Sevilla, el primer abrazo y las primeras lágrimas serán la mías.

Rancataplán, rancataplán, rancataplán, que se entere Sevilla entera, ¡que mi hermano Pepo, ya es armao de la Macarena!

(Fotos by Jonathan González y Noelia Arévalo)

lunes, 11 de noviembre de 2013

DE MONAGUILLO MACARENO A PRIOSTE DEL ROSARIO



De muchas formas podría interpretarse lo vivido anoche en la Basílica de la Macarena. Muchas son las "claves macarenas" que podría entresacar de ello. La vuelta de un familiar mío a su Junta de Gobierno. La rotundidad de un triunfo refrendado con la larga ovación con la que se recibió a nuestro Hermano Mayor, sin conocer aún el resultado final de las elecciones, en el interior del cenobio macareno. El Cabildo de Cuentas más numeroso, en cuanto a su asistencia, de los últimos años. O el ejemplo del ejercicio de democracia que los macarenos dimos al mundo, a los que mandan y a los que creen mandar, que nunca la democracia fue bien vista por las altas jerarquías de la Iglesia, pues escapaban a su control.

No hace tanto tiempo, que dónde hubo baculazo arzobispal, se contestó con manteca derretida teñida de añil que las vecinas del barrio lanzaban por las ventanas para contestar la osadía de pretender meter en cintura a los macarenos. Porque nuestra osadía es inversamente proporcional a la devoción universal de Nuestra Madre y Señora de la Esperanza.

Pero lejos de lo que pueda parecer, nuestra Hermandad está construida de pequeñas historias, de retales, de detalles, en los que la suma de los mismos la hicieron tan grande. Podría hablarles de muchas cosas, pero me quedo con esta historia íntima, cercana, familiar.

Anoche, un amigo, un hermano de la Esperanza cumplía el sueño, el anhelo de muchos macarenos: ser prioste de sus Titulares. Como lo fueron el recordado Pepe Mena Martagón o Miguel González de la Bandera. Y es que Jerónimo Núñez Sánchez, Jeromi para los amigos, pasará a desempeñar el cargo de prioste de Ntra. Sra. del Santo Rosario.

Nuestra relación ha sido como el discurrir de nuestras vidas, con constantes idas y venidas, con momentos de felicidad y también de roce y disputa, pero sin jamás perder el sentido de la amistad y bien hacer macareno. Conocí a Jeromi, lo mismo que a su hermano Lolo, cuando yo era acólito de la Hermandad de la Macarena e integrante de su Juventud, con poco más de quince o dieciséis años.

Entonces los hermanos Núñez ya pertenecían al cuerpo de monaguillos, a los que en muchas ocasiones acompañé a los partidos de futbito que la mañanas de sábado, -primero en el Gimnasio Atlas y luego en los campos de la Ronda de los Tejares-, la recordada María Isabel Gil Delgado había organizado contra otros equipos. También con ellos disfruté de varias Madrugás junto a la Virgen de la Esperanza, cuando portaban en sus bolsas el carbón y el incienso. Jeromi, todo mesura, clavaba constantemente sus ojos en nuestra Esperanza, quizás vislumbrando ya altares de cultos para nuestra Virgen, mientras Lolo, puro nervio, se entretenía en apartar, con toda suerte de artimañas y gracias, al respetable que se agolpaba junto al paso, impidiendo el discurrir de la cofradía. Eran la sal y el azúcar. El agua y el aceite. Pero ambos eran, sobre todo, macarenos.

Fueron pasando los años, no muchos, hasta que Jeromi ingresó en la Juventud Macarena como concatenación lógica, tras su paso por los monaguillos. Allí crecimos en la formación en materia de liturgia que el recordado D. Francisco Rabanera se encargó de inculcarnos, para que los acólitos macarenos fuéramos siempre los mejores. Y allí, entre juegos, convivencias, concursos de cultura cofrade, fuimos soñando en ser algún día priostes de nuestra Hermandad. Otros quizás aspirasen a cuotas mayores, nosotros nos conformábamos con poner aquí o allí este candelero, en ir a recoger las jarras con las flores, o vivir como un acto muy especial, aquella primera vez que por indicación de mi tío Pepe Orellana subíamos al Señor de la Sentencia al altar o a la Virgen del Rosario a su paso.

Aún recuerdo con especial emoción la Madrugá de 1996, por como se sucedieron los acontecimientos. Jero estaba previsto que saliese con un cirial en el Canopeo cuando de repente salta la sorpresa. De manera incomprensible el pertiguero del paso de palio renuncia a salir, argumentando no se que derechos adquiridos; horas antes de salir la cofradía se producía una baja entre los acólitos. Aquel año, por una promesa personal, decidí intercambiar mi puesto como acólito de la Esperanza para salir con el Señor de la Sentencia. El puesto me lo cedió Fran Castilla, hoy costalero del palio, quien se pasó al cortejo de la Virgen. Casi de inmediato los acólitos más veteranos lo tuvimos claro: ese puesto tenía que ser para Jero. Y así se hizo. Su cara era un poema, languidecía, casi no atinaba a cambiarse de ropa, al soltar la dalmática blanca de brocado por la juamanuelina de terciopelo granate y negro. Sentía la responsabilidad del novillero que debuta en la Maestranza. Aquel sueño de ser acólito de la Macarena por fin se cumplía.

Iniciaba su Estación de Penitencia la Hermandad de la Macarena con la alegría y el fervor que siempre la acompañaban. En el bullicio de la calle Feria un cara nerviosa, ojeriza, con los ojos enrojecidos de haber llorado, escudriñaba entre la muchedumbre buscando a su hijo, tal como hiciese la Virgen María en la calle de la Amargura buscando a Jesús. Al pasar a su lado le dije: "no lo busques aquí, no va el Canopeo, va en el palio con un cirial...", rompiendo los dos a llorar y fundiéndonos en un abrazo. 

Y la vida siguió pasando y aunque los derroteros nos llevaron por diferentes caminos, jamás dejamos de vernos, para reencontrarnos cursando la misma licenciatura, la de Historia del Arte, en la centenaria Universidad de Sevilla. Entonces él ya había sido escogido entre los elegidos para formar parte de la cuadrilla de costaleros del Señor de la Sentencia, mientras que yo aún aspiro a serlo algún día. Por lo pronto me consuelo con ser su aguaor, perfecta simbología de nuestra común formación en arte. ¿Existe acaso cuadro más perfecto que "El Aguaor de Sevilla" de nuestro idolatrado Velázquez? Sinceramente, no lo creo.

Hoy mi amigo Jeromi cumple nuestro sueño, el de aquella generación que vivió su hermandad de manera intensa, que creció, que se enamoró, que se hizo cofrade y mejor cristiano a los pies del Señor de la Sentencia, la Virgen del Rosario y la Virgen de la Esperanza. Mi reconocimiento y mis palabras de elogios son para tí, pues estoy seguro del acierto de tu elección. Formación, gusto y paladar macareno te sobran a raudales. Y lo mejor de todo es que podré compartir esta dicha contigo. 

Un abrazo amigo, hermano. ¡Te quiero tela!

(Foto by www.manuelgarciagarcia.com)

sábado, 12 de octubre de 2013

LA MACARENA DE ZARAGOZA



Paso de palio de la Esperanza Macarena, posiblemente en 1898, fecha del estreno de las caídas azules que se aprecian, obras de Ana y Josefa Rodríguez  Ojeda siguiendo el diseño de su hermano Juan Manuel y que hoy pertenecen a la Hermandad de la Estrella. En la delantera podemos percibir, entre la candelería, una imagen de la Virgen del Pilar.

  
Imagen vicaria de la Virgen del Pilar, atribuida al cincel del platero Miguel Cubells o Cubeles y fechada entre 1620 y 1625


Miniatura de la Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena situada en la delantera de la carroza de la Virgen del Pilar de Zaragoza. Puede apreciarse el escudo del Ayuntamiento de Sevilla en la peana de la pieza.


Detalle de la miniatura que nos ocupa, en la que podemos apreciar que no le falta ninguno de los aditamentos propios de su indumentaria, como la corona de Joyería Reyes, el fajín, la pluma de Muñoz y Pabón, la toca de Juana Reina, el manto de la Coronación, la saya de volantes y la medalla de la ciudad de Sevilla.


Por ser hoy día de la Hispanidad, cuando se celebra la Fiesta Nacional de España, cuando el calendario nos recuerda que tal día como hoy, de un lejano 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón llegaba a los costas del nuevo continente, cuando la ciudad de Zaragoza conmemora también la festividad de su Patrona, he recordado una curiosa anécdota que no es por todos conocida: la vinculación de la Hermandad de la Macarena con la Virgen del Pilar.

Desde, al menos, finales del s. XIX, hay constancia de la presencia de una imagen de la Virgen del Pilar en la delantera del paso de palio de la Esperanza Macarena. En 1908, con motivo del Centenario de la Guerra de la Independencia, la Virgen de la Esperanza salió en procesión extraordinaria, yendo su paso de palio adornado en las esquinas con coronas de laurel y cintas con los colores de la bandera de España. Para aquella procesión, el Grupo Aragonés Virgen del Pilar acompañó a nuestra Hermandad en su transitar con grupos regionales y el Coro de Zaragoza, que agasajó a la Esperanza Macarena con interpretación de la famosa "jota" de Cecilio Navarrete con esta conocida letra:

"Unos lazos de amistad
Zaragoza con Sevilla
En Sevilla la Esperanza
y en Zaragoza el Pilar.
Cuando vaya a Zaragoza
le tengo que llevar
a esta Virgen tan bonita
a mi Virgen del Pilar"

Hay constancia de que aquel simpático grupo de aragoneses donaron una imagen de la Virgen del Pilar a la Hermandad de la Macarena.

De igual modo, también es sabido que el malogrado matador de toros, José Gómez Ortega, "Joselito El Gallo" o "Gallito", poseía una imagen de la Virgen del Pilar de escayola en su capilla particular, la cual era cedida por el torero para que presidiese la delantera del paso de palio durante la estación de penitencia en la inigualable Madrugá.

Tras la incivil contienda nacional se recibió la donación de D. José Alonso Luque de unas monedas de dos pesetas en plata, pertenecientes a su hijo, soldado del llamado "bando nacional" fallecido en la Batalla del Ebro, las cuales fueron fundidas para realizar la actual miniatura que va en la delantera de nuestro paso de palio, cincelada magistralmente por Francisco Bautista Lozano.

En 1947, Hermandad de San Lucas de los Artistas Aragoneses pidió por carta vincularse a la Hermandad de la Macarena, llegando a barajarse la posibilidad de dedicar una de las capillas del futuro templo macareno a la advocación de la Virgen del Pilar, y aunque tal posibilidad fue rechazada, pues por acuerdo de cabildo se decidió que los altares estuviesen presididos solo por los Sagrados Titulares de nuestra corporación, lo cierto es que en el ático del retablo que preside el Cristo de la Salvación, -a cuyos pies reposan los restos de D. Gonzalo Queipo de Llano y Dña. Genoveva Martí Tovar-, se corona con un relieve de la Patrona de Zaragoza.

Pero volviendo al objeto de nuestro artículo, la miniatura de la Esperanza Macarena conservada en Zaragoza, los datos, en función de la bibliografía consultada, varían solo en la fecha de ejecución, pues unos se decantan por 1942 y otros por mayo de 1972. Lo que si parece cierto es que la miniatura de la que hablamos, realizada en plata de ley con caras de marfil, fue donada por el Ayuntamiento de Sevilla, tras la recepción a la que fue invitado por su homónimo zaragozano con motivo de la celebración del "Día de Sevilla" en la capital aragonesa.

Desconocemos, hasta la fecha, el autor de esta pieza pero que duda cabe que fue ejecutada en alguno de los muchos obradores de orfebrería existentes en nuestra ciudad. El destino de la pieza fue el Museo Pilarista, en concreto en la delantera de la carroza de la Virgen del Pilar, misma carroza en la que es procesionado el Cuerpo de Cristo contenido en la Hostia Consagrada durante la procesión del Corpus de Zaragoza. Este Museo Pilarista está situado en dependencias de la propia Basílica del Pilar.

En la mañana del 13 de octubre se celebra una curiosa procesión, conocida como el "Rosario de Cristal", donde es procesionada la imagen vicaria de la Virgen del Pilar, que no es la que preside su retablo, sino una interesante pieza de plata de ley que presenta algunas partes encarnadas, para darle mayor verosimilitud, atribuida al platero Miguel Cubells o Cubeles y fechada entre 1620 y 1625, la cual es procesionada sobre la magnífica carroza que cincelara en 1933 el orfebre Jorge Albareda.

Es en la delantera de dicha carroza donde se entronizó esta curiosa miniatura de la Esperanza Macarena allende tierras aragonesas.

-A mi niña, Pilar Prados Gómez, por reunir la esencia de ambos devociones en su ser. La Virgen del Pilar en su nombre y la Esperanza Macarena en lo más profundo de su alma-.

(Fotos by Gozarte, Heraldo de Aragón y Pasión en Zaragoza; bibliografía: AA.VV. "Esperanza Macarena en el XXV Aniversario de su Coronación Canónica". Sevilla, 1989 y Heraldo de Aragón de 15/08/211)

domingo, 7 de julio de 2013

DE BLANCO Y ORO



Tras muchas semanas de ausencia, motivado por mis compromisos profesionales, hoy vuelvo a publicar una nueva entrada en este mi humilde blog. Y qué mejor forma de hacerlo que recurriendo al espléndido artículo que el pasado viernes publica el escritor Paco Robles en páginas de ABC de Sevilla. ¡Disfrútenlo!


En la cal de una fachada. Ahí, en ese verso que es el arranque de una soleá que no tiene más remate que la lentitud declinante de este sol de julio, soñó Juan Sierra a la Macarena. «En vino blanco, en romero, / en la cal de una fachada, / yo te pienso cuando quiero, / ¡lirio de la madrugada!» Así imaginaba Sierra a la Muchacha que el lunes se visitó de blanco y oro, como un torero que quiere detener el tiempo con sus muñecas cuando suenan l os clarines de l a alternativa. De blanco y oro. Como uno de esos cuadros en los que Turner se olvida de los detalles del mundo, y reduce la pintura a la máxima expresión de la luz. Como ese retrato que le he dejado Carmen Laffón para que los siglos venideros sigan mirándola con los ojos del asombro. Como la cal de una fachada del antiguo barrio de San Gil incendiada por esa «brisa que quema y no arde, / clavel de donde consume / su más secreto perfume / todo el oro de la tarde». 

Mujeres silenciosas iban dándole a Garduño los alfileres y las mariquillas. Mujeres privilegiadas que sostenían esos metales tan nobles como populares en la penumbra amorosa del camarín. Una toca que estaba hecha polvo, literalmente descosida, resurgió de sus cenizas cuando se la colocaron alrededor de esa asimetría que convierte su rostro en la hechura perfecta de la Mujer. Fuera, la ciudad ardía. Las noticias repicaban en el campanil achicharrado de los teletipos. Dentro, ese rumor basilical que convierte el templo en una calle cubierta del barrio, en un lugar donde se está tan a gusto que los relojes se quedan olvidados en este rincón de la gloria. 

Como decían la otra noche dos amigos acodados en la barra de un bendito bar, al final lo importante está en la Macarena. Se va un año y viene otro, pero Ella siempre se queda, como escribió Joaquín Caro Romero, el poeta macareno por excelencia, el que fijó su edad en los diecinueve abriles que cumple cada mañana. Subir a esa habitación que los suyos le han puesto en la casa de vecinos de su basílica, a ese camarín donde sus perfiles se duplican en los espejos versallescos que rompen todas las simetrías imaginadas por el Arte, es olvidarse del mundo y sus aristas. Situarse frente a Ella, rozar la eternidad con las pupilas cuando nos reflejamos en esos ojos que se abren a la urbe y al orbe, al pasado y al porvenir. 

Entonces comprendemos, con la ecuación del escalofrío, que la vida cabe en esa mirada. Todo está concentrado en esa forma de entender la vida que espera al otro lado de la muerte. Ése es el resorte que La impulsa a salirse del paso. Lo suyo es salir al encuentro. Imantar al que busca su nombre cuando se pierde en la niebla de la desesperación. Que nadie pregunte el porqué, porque no hay razón que pueda explicarlo. Pero al verla así, de blanco y oro, alguien sintió que ésos eran los colores más puros de la Esperanza.

sábado, 23 de marzo de 2013

LAS CINCO MEDALLAS DE MI CUARESMA



Estas son las cinco medallas de mis cinco estaciones de penitencia o salidas procesionales de esta Cuaresma que concluye con la celebración de la Semana Mayor. Cinco medallas como las cinco esmeraldas que luce en su pecho mi Virgen de la Esperanza.

Contraguía de la Agrupación de Fieles de la Humildad del Polígono de San Pablo el sábado pasado, 2º capataz mañana en la Borriquita de Villarrasa (Huelva), penitente el Martes Santo en la Bofetá, aguaor del Señor de la Sentencia en la Madrugá y costalero en San Isidoro el Viernes Santo son el amplio abanico con el que en el presente año, si el tiempo me lo permite, daré las gracias a Dios por la recuperación de mi hermano Pepo.

Cinco salidas distintas y diferentes, -una por cada llaga de Cristo-, cada una con sus particularidades y retos, pero seguro que cargadas de nuevas vivencias que enriquecerán mi alma y mi forma de vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

(Foto by Rafael Ríos Delgado)

miércoles, 20 de febrero de 2013

MIS COMPAÑEROS DE VIAJE....



Hoy inicio una nueva etapa en mi vida. Tras muchos meses deseándolo, por fin he encontrado un ansiado trabajo que me llena de felicidad y cubre mis espectativas laborales. Inicio una nueva etapa como profesor de historia en un centro privado-concertado en San Fernando (Cádiz). Y aunque me duele dejar mi ciudad, en lo más hondo de mi alma, tranquilos porque, como mal menor, cada viernes estaré de vuelta en casa.

En esta nueva andadura vital vienen conmigo dos inseparables compañeros de viajes y de fatigas, mi Cristo y mi Virgen. Mi Cristo representado en esa estampa que encierra una bonita historia de amistad y sentimiento morado y macareno. Me la dio hace varias Madrugás mi amigo David Medina, costalero, -para más señas-, del Señor de la Sentencia, antes de iniciar la Estación de Penitencia. Era la foto que él repartiría esa Madrugá eterna. Desde entonces la tengo en mi cartera, encima de mi DNI, porque antes que español soy MACARENO, que no es una nacionalidad, sino un estilo, un modo de ser, un sentimiento, una filosofía de vida... "Ni mejor, ni peor, distinta!". Estaba claro que en esta nueva etapa de mi vida se vendría conmigo. Gracias David, por este trozo de Madrugá.

Y me acompaña también mi Virgen de la Esperanza, representada en la medalla que veis. Si, ya se que no es la que recogen nuestras Sagradas Reglas, pero poco me importa. Esa medalla ovalada, de baquelita o aluminio, la de la coronación, es la que me impusieron cuando me hice hermano, hace la friolera de 35 años. Y en todos los momentos importantes de mi vida me ha acompañado (exámenes, selectividad, exámenes de la carrera, conferencias, pasos sacados como costalero o contraguía, -salvo la Bofetá-, defensa de la tesina, oposiciones y un largo etcétera que sería difícil de resumir aquí...). Es la manera que tengo de sentirme aferrado a los míos, a mi gente, a mi barrio, a mi familia. Al sentimiento macareno inculcado por mi abuelo Pepe, pues no hay un día que no pase sin acordarme por algo de él.

Mi Esperanza y el Señor de la Sentencia me acompañan, como siempre, en esta nueva andadura. ¿Qué más se puede pedir?

(Foto by Rafael Ríos Delgado)

miércoles, 13 de febrero de 2013

¡FELIZ CUARESMA A TODOS!









Llegan estos días que los cofrades tantos anhelamos, cuarenta días para prepararnos ante la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, aunque este año la espera se nos haga más corta por la celebración el próximo domingo del Vía-Crucis Extraordinario organizado con motivo del Año de la Fe. Esta pequeña Semana Santa adelantada que nos llega en plena Cuaresma....

Y que mejor forma de celebrar esta espera que contemplando el bello cartel que Carmen Laffon, -¡quién puede discutir a estas alturas su valía como pintora!-, ha realizado para la Hermandad de la Macarena por encargo de la corporación de la Madrugá.

Un cartel sencillo, sin estridencias, muy en el estilo de esta artista, donde solo se ha centrado en interpretar el rostro de mi Virgen de la Esperanza, como queriéndonos indicar que el resto sobra cuando uno está ante Ella.

Feliz Cuaresma a todos. Dispongámonos a disfrutar de estos días de luz y vivencias, pues como dicen algunos, el comienzo de la Cuaresma es el fin en sí mismo de la Semana Santa.

(Foto by Hermandad de la Macarena y Pepe Ríos Delgado)

viernes, 8 de febrero de 2013

LA MACARENA DE MIAMI, A LOS PIES DEL SENTENCIA











La universal devoción que la Virgen de la Esperanza Macarena suscita en todo el orbe católico ha hecho que sean muchas las hermandades que con su advocación, y considerándose filiales de ésta, se hayan fundado por gran parte de la geografía de España y algunos puntos del extranjero, como es éste al caso que nos ocupa. Así quedó ya patente en el encuentro de Hermandades de la Esperanza que organizó nuestra hermandad hace ahora un par de años.

En estos días, y durante todo el fin de semana, -y ataviada con prendas del ajuar de la Virgen de la Esperanza-, podremos contemplar en la Basílica de la Macarena a la imagen de la Esperanza Macarena de Miami (USA), obra del imaginero sevillano Miguel Bejarano Moreno, el cual la realizó en el año 1998, habiendo procedido en el presente año a su restauración en el taller que este escultor regenta en pleno barrio de la Feria, en la calle Guadiana.

La imagen en cuestión es titular de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nuestro Señor de las Misiones, Cristo Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, con sede canónica en la Parroquia de Corpus Christi, siendo fundada el 25 de agosto de 2001, realizando su salida procesional la tarde del Viernes Santo por las calles de Miami. Como dato curioso, la imagen que nos ocupa fue bendecida por Monseñor Román, Obispo de Miami, en la Capilla de la Universidad de Santo Tomas el 12 de octubre de 1998, precisamente día de la Hispanidad.

Quiero por todo ello dedicar esta entrada a todos los macarenos del mundo, a los que se dedican a expandir la devoción a la Esperanza por rincones que los Padres Basilios jamás llegaron a imaginarse cuando fundaron su primer convento en nuestra ciudad. Y muy especialmente, a mi tía M.ª Orellana Delgado (Scheirer para los de allí) por inculcar la devoción a la Esperanza a toda su familia y a la bonita ciudad de Reading, en el estado de Pensylvania (USA). Sé lo duro que tiene que ser estar un Viernes Santo a tantos kilómetros de Sevilla, añorando ver a nuestra Virgen y consolándose con su sola visión por una pantalla de ordenador. Quizás por estas cosas, no somo "¡ni mejores, ni perores, distintos!"

 (Fotos by Rafael Ríos Delgado; algunos datos tomados de la web de la Hermandad de la Macarena)

lunes, 21 de enero de 2013

LLEGADA A LA BASÍLICA DE LOS TITULARES DE LA MACARENA




Muchas fotografías existen del traslado efectuado en la mañana del 28 de marzo de 1949 por parte de la Hermandad de la Macarena de sus Sagrados Titulares desde la Parroquia de San Gil al nuevo templo erigido por la corporación, futura Basílica Menor de Sta. María de la Esperanza Macarena.

Ahora, gracias al gran cofrade y amigo Juan Ramón Narváez Morán, hemos tenido conocimiento de la existencia de estas imágenes en vídeo provenientes del archivo del histórico noticiero español NO-DO de ese día, calificado con el n.º 325-A en su inventario. Las mismas nos permiten apreciar el traslado de Ntra. Sra. del Santo Rosario, Ntro. Padre Jesús de la Sentencia y María Stma. de la Esperanza Macarena, en andas portadas a hombros por sus hermanos, en su discurrir por las calles del barrio. Un recorrido que debió de varias muy poco de éste que les transmito: Parroquia de San Gil, Plaza de San Gil, San Luis, Relator, Parras, Escoberos, Muro (General Bohórquez), Resolana, Arco y Entrada en el nuevo templo.

La procesión de traslado, que contó con la participación de numerosas cofradías de penitencia y hermandades de gloria de Sevilla y provincia, era encabezada por la Cruz de Guía antigua, la misma que diseñase Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que hoy podemos contemplar en la denominada "Capilla Chica" de la Basílica de la Macarena. De igual modo podemos apreciar el acompañamiento musical que arropaba a las imágenes, -que corrió a cargo a la Banda de Música de la División-, las calles decoradas con banderas de España, banderolas y gallardetes, llegados desde Madrid en camión, merced a las gestión realizada por el cofrade Luis Ortíz Muñoz, entonces Subsecretario de Educación, o la Compañía de Honores de Infantería que hizo la guardia durante todo el recorrido por orden del Capitán General, Ricardo Rada.

Lamentablemente el audio original que acompañaba estas imágenes está deteriorado o se ha perdido. Queden para el recuerdo estas entrañables imágenes, así como las palabras con las que el Cardenal Seguro recibió a la Virgen de la Esperanza en su nueva morada:  "Bienvenida seáis, Señora, a vuestra casa". "¡Aquí tenéis al Estado Mayor de vuestros devotos, postrados a vuestros pies!"

(Vídeo by NO-DO)

lunes, 24 de diciembre de 2012

¡¡FELIZ NAVIDAD DESDE EL NIÑO FRITO!!



Hay este año mucho que celebrar en mi casa, porque la mayor lotería nos cayó a nosotros. No eran millones, ni miles de euros. tampoco nos han condonado parte de la hipoteca o me ha salido un trabajo a mí que todos desearían.

Y aún así, estoy y soy inmensamente feliz. Por todo lo que hemos dejado atrás. Porque mi hermano Pepo estará esta noche sentado a mi vera, celebrando conmigo la Nochebuena, igual que mañana la Navidad o el día 6 la Epifanía.

Hoy solo tengo motivos de inmensa alegría porque la Reina que mora en San Gil veló por lo sueños de mi hermano Pepo, -¡que son también los míos!-, por regalarme las Navidades más maravillosas del mundo, en la que todos estaremos juntos en feliz compañía. Decía Cristo: "allí donde dos estén reunidos en mi nombre estaré yo". Él se hará más presente que nunca este año en mi casa pero, lo más importante, también en mi corazón.

Muchas felicidades por tanto a los lectores habituales y/u ocasionales de este humilde blog. Desde este sencillo cuaderno de bitácora, desearos todo lo mejor en este nuevo año que pronto llegará. Que mi Virgen de la Esperanza, que este noche en el pacto perfecto alumbrará al Señor de Gran Poder, os proteja, os colme de bendiciones e ilumine vuestro transitar por esos duros caminos.

Besos y abrazos para todos. ¡¡FELIZ NAVIDAD!!

(Foto by Mª Isabel Blanco)

martes, 18 de diciembre de 2012

CARA COMO LA TUYA...



Es una tarde de diciembre como tienen que ser las tardes de diciembre en Sevilla, con todos sus avíos de humedad, de calles desiertas, de paraguas que se abren y se cierran, como una duda de la llovizna; de pájaros que revolotean y pían en un atardecer de árboles de plazoleta, tocando retreta y silencio ante la noche que viene con paso apresurado pero dejándose ir, porque sabe que los días más largos empiezan a llegar. Y desde la Catedral, por el Camino Real que trajo al Emperador Carlos hasta el Alcázar cuando vino a casarse con Isabel de Portugal, que tampoco elegía malamente los sitios de boda el hombre... Desde la Catedral, decía, por el Camino Real, Abades Alta, Corral del Rey, Alhóndiga, San Marcos, San Luis, me voy andando hasta el Arco de la Macarena. Hago al revés no sólo el camino nupcial de Carlos I, sino el de los emperadores de la Madrugada: el recorrido de los armaos cuando vienen desde las murallas de su jefe Julio César hasta las violetas de Sor Ángela, antes de que sean anualmente derrotados en lágrimas por El Que Todo Lo Puede en San Lorenzo.

Otros hacen el Camino de Santiago. A mí me gusta hacer el Camino de la Esperanza. No por nada, sino porque es más sevillano. Para ir a besar la mano de la Verdadera Madre de Dios en el día de su santo, me gusta hacer andando como un introito a la gloria: «Me acercaré al altar de la Madre de Dios» por las iglesias mudéjares, por las espadañas, por los cierros y balcones, por las tiendecillas de barrio, por los recuerdos de las barricadas del 36, por el serrín de las tabernas, por la televisión que suena desde un piso bajo como antes las coplas en las radios de cretona. 

Y ya, en el tiralíneas perfecto, cardo y decumano, Roma pura, de la calle San Luis, se ve al fondo el Arco. La gozosa cercanía de la Gracia. En el atrio, corrillos de trajes oscuros de cirios verdes, y el abrazo de aquel viejo armao a quien el pecho no le cabía en la coraza, de orgulloso que iba por los Altos Colegios y Omnium Sanctorum con los piropos de la gente de la Plaza de la Feria: «Óle los armaos con arte». La cola de los súbditos que vienen a rendir pleitesía a su Reina llega hasta donde estaba el Cine Bécquer. Entras y la basílica está como si fuera Jueves Santo por la mañana, sólo que sin los pasos montados. Qué más da, si, como cada diciembre, allí abajo está la Esperanza cuya mano venimos a besar todos los que confiamos en la certeza de su ancla. La Esperanza no sólo nos echa un cable en nuestras tribulaciones: hasta nos tira el ancla que arría esa maroma. 

Y arriba, impresionante, el regio sillón vacío. Y la escalera de la alfombra roja, por la que parece que la Reina acaba de bajar para acercarse a nosotros y ponerse a la altura de su pueblo. Y qué silencio. Sin saeta a la cruz de guía ni primitivos nazarenos. La Esperanza está de besamanos y se oye el silencio. El silencio de Sevilla. Las bocas calladas besan su mano. Impresiona tenerla aquí, cara a cara, imagen del mundo que su Hijo creó, cinco lágrimas que son cinco continentes, cinco siglos, cinco suspiros, cinco repelucos. 

Y ahora que he vuelto ya a casa y me he metido en el escritorio, suena en la memoria la vieja sevillana: «La Macarena y todo lo traigo andado»... Y he podido comprobar que cara como la tuya, Esperanza, no la he encontrado. Y tomo el último hermosísimo anuario de la Hermandad y releo allí al poeta Manuel Mantero. Cuenta que recibió en su casa de Georgia, en Estados Unidos, a un nuevo profesor de su Universidad, quien vio sobre un mueble una foto enmarcada de la Esperanza con mantilla blanca. Y creyendo que era alguna señora sevillana de la familia, comentó el americano: «¡Guapísima! Es la madre de su mujer, seguro.» Escribe Mantero: «Nos miramos mi mujer y yo. Respondió Nieves: “Sí, es mi Madre”.» 

Y La de todos nosotros, Nieves, y La de todos nosotros...

(Magnífico artículo dedicado a la Virgen de la Esperanza, obra de Antonio Burgos)

Con este precioso artículo quiero felicitar a todas las Esperanzas, entre las que se encuentra mi santa madre, la que me dió el ser y me parió macareno. Un beso mamá, te quiero.

miércoles, 3 de octubre de 2012

CRÓNICAS DE LA ESPERANZA*



En las lides de la vida, como en los estratos donde su plus ultra establece sus fronteras con la eternidad, se van abriendo frentes, campos de batallas, donde cavamos trincheras para protegernos de la severidad de los ataques que nos lanza la enfermedad. Siempre estamos dispuestos pertrecharnos en los terraplenes y enfrentarnos a estas contingencias y solemos desafiar su severidad sin importarnos la virulencia del enemigo porque nos sentimos capaces de provocar su derrota, de hacerlo huir despavorido. Este sentimiento de superación nos hace fuertes frente a la adversidad, nos eleva en la condición de la victoria.

Desde hace unos días estamos siendo testigos, porque hay un cronista que nos mantiene en vilo con sus palabras, que nos revienta las emociones con las suyas transcritas porque las plasma con la sangre de la sangre que narra, de la cruenta batalla que viene protagonizando nuestro querido amigo Pepo, una lucha que no tiene más horizonte que el de la victoria. Nada puede quien se enfrenta a valientes, quiénes esconden y esbozan sus miedos en una sonrisa. Ese es el arma que tanto poder atesora, ese es el escudo que repele la desgracia que intenta cebarse y atravesar su alma. ¿Dónde se esconderá cuando se enarbole el senatus que anuncie la derrota?

Piensa el cruento enemigo que no hay luces capaces de alumbrar su destino, que el futuro se encoge cuando ella se presenta, ignorando que cuenta con la mejor formación para el combate, que está instruido por la mejor de las escuadras, que adocena en sus filas el mejor de los aliados y que cuenta con el pendón que anuncia la mejor de las vidas, la que se asoma en los pretiles del cielo con el nombre de Esperanza. A este mástil se aferra y ancla su vida. A esa ilusión se agarra y entorno suyo se conforma la legión que mejor conoce de la bravura de sus fuerzas, esa que relumbra cuando la luna derrocha su plata, esa que aúna sus ímpetus para deshacer la injusticia que proclama un relator y declama el lavado de unas manos que quisieron pasar por sanas y vertieron inmundicias en el fondo de la palangana.

Es Pepo mílice en la aspiración más noble del sentimiento, el que florece en las simas del alma y es capaz de enaltecer los más oscuros propósitos, de enervar los aciagos pensamientos y tergiversar las tristezas hasta conseguir su eclosión en la alegría, recluta en instrucción, que no es cosa baladí soportar el paso del tiempo mientras se consiguen los galones que dan derecho a formar en la gandinga de las centurias que Roma dejó de guardia en la Resolana para no volver a caer en el mismo error de sentenciar a inocentes, para defender injusticias y alentar la fraternidad inequívoca con la que se ungen los macarenos. Por eso lleva mucho ganado en la guerra que libra. Por eso mantiene tanta ilusión en el fragor del combate porque se sabe arropado por la mejor formación de espíritus, porque siente el abrigo de la amistad y la protección de las manos asidas a unas lanzas que son capaces de atravesar la maldad que muestra con virulencia sus ejércitos frente a las almenas que guardan el mejor tesoro de la cristiandad y que es ahora su amparo, su reposo, su defensora. Allí se ha apostado, con expectación y ansias para la victoria final, para acrecentar su fe y mantener la confianza, no como un hito inalcanzable, sino como una realidad palpable, ineludible; no como una brega decepcionante, sino en la creencia y la confianza de la obtención de un triunfo irrefutable.

Gloria a ti, Pepo, salve encomio de la paciencia y la resignación, porque pronto te veremos, como a los viejos cónsules macarenos, que se apostaban en el atrio para sentenciar la mejor verdad, para descubrir y anunciar que la única razón que guía nuestros sentimiento reside en el entrecejo de la gran dama en la que se refleja Dios, soltando la toga merina para enfundarte la argéntea coraza y las espumas que rematan la provisión de la grandeza, de la fuerza que serás incapaz de contener, lanza al hombro y rodela al cuadril, cuando cruces la mirada, en la mañana del viernes santo, con el Cristo que nos atrae a su Sentencia, que nos embauca en el amor y en la Esperanza, ésa misma que se trasluce en estos días en tu persona y que nos transmites como una gracia inmerecida para quienes somos testigos de tu entereza.

* A Pepo Ríos.

(Precioso artículo de mi amigo Antonio García Rodríguez publicado en su propio blog personal. Si quieres ver el enlace original pincha aquí)

sábado, 25 de agosto de 2012

LA MUERTE DE LA LAVANDERA




Me ha devuelto el correo, Carmelita, la tarjeta que te puse cuando me enteré de la muerte de tu madre, y he entendido la magia del azar, pues comprendo que alguien me estaba diciendo que abriera ese sobre, y que aquí te dijera, ante Sevilla, lo que a pluma y con el corazón iba puesto. Que, bien entendido, todo ha sido mágico, pues el tiempo no sabe de esos polígonos y esos bloques de donde la carta me ha llegado devuelta, con esa sentencia del olvido que el cartero escribe y que pone: «Desconocida en estas señas.» 

Por eso yo, Carmelita, cojo de nuevo recado de escribir, lo meto entre las Cuatro Esquinas de San José de estas dos columnas de Hércules, y te lo vuelvo a enviar, que el corazón me dice que a tu madre, a aquella sevillana de la Macarena, el corazón de la gente no la dará por desconocida en estas señas de la memoria.  

Ya la Macarena no pasa por donde estaba vuestro corral de la calle Torrigiano. Pero aquella mujer macarena que ya no está seguirá para siempre en mi memoria en aquel corral. Tu madre, Carmelita, venía a casa a echar medios días de lavado. Me acuerdo ahora de sus manos, ennoblecidas por el trabajo, de plata en el ojo de la colada, la ceniza y el azulillo. Me acuerdo de su voz cuando se acercaba la gran noche de Sevilla: 

–Que no dejéis de venir a mi casa a ver pasar a la Virgen, que desde allí se ve divinamente, vamos, como te estoy viendo yo a ti...  

Íbamos a vuestra casa, que palacio era porque tan cerca tenía en la fugacidad de una lágrima a la Reina del barrio. Era una mañana de alegría y de fiesta, todo el barrio endomingado, que estrenabais los macarenos el Viernes las ropas que los sevillanos ya nos habíamos puesto el Domingo. Veo ahora, Carmelita, a tu madre, en la puerta del corral, esperándonos. Veo ahora la breve sala y alcoba, la mesa de camilla, la repisa con la radio de cretona, un retrato de primera comunión enmarcado en Cecilio del Pueyo, un almanaque, mucha limpieza, mucha pobreza, pero mucha dignidad, mucha nobleza del trabajo, de aquellas manos plateadas por la lejía de los medios días de lavado, por la rudeza de la madera del refregador.

Y nos sacabais una botella de aguardiente, y nos sacabais una fuente de pestiños, y venían gritos desde los balcones colgados con colchas nupciales, y entraba al patio el primo de una que era armao y que nos anunciaba, como un ángel macareno con las plumas de las alas en el penacho de aguardiente y madrugada, que la Virgen ya venía por la calle Parras. Y después, lo recordarás, el tiempo transcurría breve, entre tambores que se iban acercando y nazarenos de terciopelo antiguo que se iban hacia el recoveco por donde la calle salía al Hospital Central. 

Y era un instante, incienso, palmas, gritos, lágrimas, varas doradas, sonidos del pertiguero, sólo un instante, y cuando nos dábamos cuenta, ya estaba allí la Virgen, detrás de la reja de la cama de matrimonio y la mesa camilla, como si fuera una Muchacha que viniera a pelar la pava con el barrio, con estas viejas casas que nombre le dieron al barrio. Y tu madre, Carmelita, con todo lo que había estado esperando la fugacidad de aquel instante, tan digna, tan señora en la nobleza de la lejía, se retiraba, y nos dejaba el mejor sitio de aquella reja, para que la viéramos como ella quería que la viéramos. 

Yo hoy, Carmelita, sigo en aquella vuestra reja de la calle Torrigiano, por donde nunca ha dejado de pasar en la memoria el paso de la Macarena, entre sabor de aguardiente y olor de pestiños, entre cretonas de un mariquita del corral y gritos de uno borracho que trabaja en el muelle. Yo hoy, Carmelita, compruebo una vez más que desde aquí, desde la sala y alcoba de la calle Torrigiano, se ve a la Macarena divinamente. Y como se ve divinamente, soy yo hoy el que me pongo detrás, junto a la radio, junto al almanaque, junto a la botella de anís, y dejo aquí a tu madre, a la que venía a casa a echar medios días de lavado. Ella sí que ve ya a la Macarena divinamente.

(Magnífico artículo de Antonio Burgos, hoy en "ABC de Sevilla")

miércoles, 25 de julio de 2012

¿UN MANTO MACARENO EN ALGECIRAS?




La bellísima Dolorosa del Mayor de la Archicofradía del Carmen de Algeciras, más conocida como "Los Estudiantes", obra de Antonio Castillo Lastrucci, realizada en 1933 y donada a la corporación en 1939.














El manto durante su restauración en el taller de Juan Rosen




Vista del manto de la Virgen del Mayor Dolor de Algeciras en la actualidad

Hoy traemos a colación una nueva entrada dedicada en este caso al antiguo manto de la Virgen del Rosario de la Macarena el cual, al parecer, hoy se encuentra en la localidad gaditana de Algeciras. Tenemos constancia del estreno, en 1882, de un nuevo juego de manto y saya bordados para la Virgen del Rosario realizados por las Hermanas Antúnez, siguiendo un diseño de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que en aquella época ostentaba el cargo de Prioste en la mesa de Oficiales. Esta renovación se produce en el contexto del estreno de un nuevo paso para la Virgen del Rosario, realizad por el tallista José de la Peña y Ojeda. El montante al que ascendió la realización del manto fue de 10.000 reales, abonándose 3.500 por la saya y 1.160 a Rodríguez Ojeda por los dibujos (1).

En 1914 se estrenaría un nuevo manto bordado para la Virgen del Rosario, realizado en el obrador de Rodríguez Ojeda, bordado sobre terciopelo granate; dicha presea, cuya confección alcanzó la cantidad de 7.000 ptas., es la que en la actualidad alterna la Virgen del Rosario en su salida procesional (2). Pero, ¿qué fue del manto anterior?

Sabemos que, por mediación de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, el manto anterior fue cedido en 1892 a la Dolorosa de la Hiniesta, para que pudiese realizar su estación de penitencia. No sería de extrañar, pues era una práctica habitual del referido bordador, que la Hermandad de la Macarena, para abaratar la ejecución del manto granate estrenado en 1914, entregase a Juan Manuel el manto primitivo, que luego Rodríguez Ojeda alquilaba o vendía a un tercero.

En 1939, el cofrade y benefactor, D. Baldomero Benítez Mondéjar (q.e.p.d.), regala a la Archicofradía del Carmen de Algeciras una imagen de Dolorosa, que recibirá la advocación de Ntra. Sra. del Mayor Dolor, obra del escultor e imaginero Antonio Castillo Lastrucci, así como un manto bordado en hilo de oro sobre terciopelo negro, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. No sería de extrañar que la amistad de Castillo Lastrucci y Rodríguez Ojeda permitiese que el Sr. Benítez Mondéjar conociese dicho manto y lo adquiriese, una buena  prenda, "de segunda mano", en un estado de conservación aceptable y a buen precio.

En algunos blogs y webs se cita como estrenado en 1898 (pincha aquí), pero no existe constancia documental del estreno de ningún manto para la Virgen del Rosario en aquellas fechas, decantándonos porque sea el que se estrenó en 1882. Tras su llegada a la localidad de Algeciras, su color original, terciopelo negro, sería variado por el actual granate que luce, siendo restaurado en 1993 por el bordador malacitano Juan Rosen. El resto del conjunto del palio (techo y caídas) serían realizadas en terciopelo negro por las Madres Adoratrices de Málaga.

Notas:
(1): RODA PEÑA, José: "El antiguo paso de la Virgen del Rosario de la Macarena" en Boletín de las Cofradías de Sevilla n.º 487, p. 33 y 34. Sevilla, septiembre de 1999.
(2): AA. VV. "Esperanza Macarena en el XXV Aniversario de su Coronación Canónica". Sevilla, 1989. p. 92, 293, 299 y 455.

(Foto by algecirastiempodepasión, web de la Archicofradía del Carmen de Algeciras, Pasión en Sanlúcar, http://perso.wanadoo.es/buenamuertealg/enseres.htm & web bordador Juan Rosen)

miércoles, 11 de julio de 2012

SEGUIMOS CON LAS MINIATURAS MACARENAS



La miniatura que hoy les traigo es propiedad de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla, corporación que está íntimamente ligada a la Hermandad de la Macarena, pues no en vano ambas cofradías están hermanadas. Esta preciosa miniatura fue expuesta, en la pasada Cuaresma, en la exposición que la Hermandad de los Estudiantes organizó en la sede social del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, en la calla Sierpes 65, para dar a conocer la historia material del paso de palio de la Virgen de la Angustia, culminado con la realización de los faldones.

La misma, que reproduce fielmente los tipos de mi Virgen de la Esperanza, es una obra realizada en plata  de ley repujada, cincelada y dorada y marfil por el reputado orfebre Manuel Seco Velasco, siendo donado por la Hermandad de la Macarena a la de los Estudiantes en 1969, como testimonio de los lazos que unen a ambas corporaciones. Durante algunos años figuró en la calle de la candelería del paso de palio de la Virgen de la Angustia, aunque en la actualidad no procesiona en el mencionado paso.

Otra nueva miniatura que incluir en el amplio catálogo ya reseñado en anteriores entradas realizadas en este blog, que muestran los lazos de unión de la Hermandad de la Macarena con otras corporaciones.

-A mi buen amigo Jesús Manuel Crespo Fernández, que tiene su corazón repartido entre su devoción al Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza-.

(Foto by archivo Rafael Ríos Delgado)

martes, 10 de julio de 2012

DE NUEVO, LA ESPERANZA




Sobre las ocho de la tarde del viernes, el profesor Francisco Arquillo dio por concluido su trabajo y entregó la Virgen a la hermandad. En el antecamarín, donde se han llevado a cabo las tareas estaba la Esperanza, con el rostro más lozano, con las manos perfectas y con ese aspecto humano que solo ven las Hermanas de la Cruz cuando le cambia de ropa. Arquillo estaba satisfecho. Se había cumplido el cronograma y la Virgen estaba bien después de 34 años de la última restauración. Esto ha sido posible -según el veterano profesor- por la continua vigilancia y por el seguimiento realizado. Una práctica sin duda a imitar.

Como estaba previsto, a la Esperanza se le han puesto nuevas articulaciones, se le ha resanado la tela verde del candelero aunque embellecida con galones y otros elementos, se le ha colocado el corpiño de piel para evitar los alfilerazos y, lo que más se notará, se le ha practicado (lo ha hecho personalmente Francisco Arquillo) una limpieza para retirar la suciedad. Esta intervención ha dado como resultado el que vemos: la Esperanza tiene el color del rostro más vivo. La vitalidad de la policromía ha acentuado de manera notable el rubor de las mejillas que ahora es mucho más intenso que antes.

Quizá algún siglo de estos alguien plantee naturalizar este detalle de su cara. El magnetismo de la Virgen puede que nos impida fijarnos en las manos donde se ha hecho un trabajo fabuloso. Tras entregar a la Imagen a los suyos, los priostes, las camareras y Pepe Garduño la prepararon para el rencuentro con los devotos. Le pusieron la saya de Paquili, el manto verde con bordados del Juan Manuel y la corona de oro.

Ahí estaba de nuevo La Esperanza. Gracias a Arquillo, a su hermano Joaquín, a su hijo David, a Juan García León, a Sheila, Ana, Esther y Arancha. Este ha sido para la Macarena, el equipo médico de cabecera que le ha devuelto toda la salud.

(Texto by Fran López de Paz -José Cretario- en Gota a Gota de ABC de Sevilla; foto by Sandra Arenas)

jueves, 5 de julio de 2012

ESPERANDO LA LLEGADA DE LA ESPERANZA...












...disfrutamos por unos días del inigualable recuerdo de ver al Señor de la Sentencia presidiendo el Retablo Mayor de la Basílica de la Macarena, tras la inmejorable intervención practicada por el Prof. Arquillo para devolver el esplender perdido por el paso de los años.

(Foto by Archivo Antonio Vega Marvizón)

domingo, 1 de julio de 2012

AHORA SOLO FALTAS TÚ....



Amor sobre la veintena,
Remate de alejandrinos,
Revolución de merinos,
Esperanza Macarena

(Joaquín Caro Romero)


-Deseando que regreses con el mismo semblante que te fuistes, pero más descansada-

(Texto y foto by ABC de Sevilla)

viernes, 29 de junio de 2012

DOS MACARENOS EN LA JUNTA DEL CONSEJO DE COFRADÍAS


Los componentes de la nueva Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías, donde ya aparecen José Carlos López Alba y Carlos López Bravo.

 José Carlos López Alba, junto al entonces Hermano Mayor de la Macarena, Juan Ruiz Cárdenas, en la presentación del 
"I Encuentro de Hermandades y Cofradías de la Esperanza Macarena"


 Carlos López Bravo, como Consejero de Gloria, presidiendo la procesión del Carmen de Santa Catalina

 En el Pregón de las Glorias del 2003, celebrado en la Catedral de Sevilla ante la imagen de la Asunción de Juan XXIII

En las elecciones para la renovación de los cargos de la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla celebradas el pasado miércoles, dos macarenos, dos hermanos en la Esperanza de los que tengo la suerte de contar con su amistad, han elegidos para desempeñar cargos en dicho Consejo. Estos macarenos son José Carlos López Alba, nuevo Delegado de Hermandades del Lunes Santo, y Carlos López Bravo, nuevo Delegado de Hermandades de la Madrugá.

José Carlos López Alba, pese a su juventud, tiene una amplia experiencia dentro del mundo de las Hermandades y Cofradías. Pertenece a las Hermandades de las Penas de San Vicente y la Macarena, habiendo desempeñado en esta última los cargos de Secretario del Rosario, Secretario de la Esperanza, Consiliario -encargado del área de Juventud- y Fiscal. Entre sus logros más recientes está la perfecta organización del "I Encuentro de Hermandades y Cofradías de la Esperanza Macarena" que se desarrolló en nuestra ciudad.

Carlos López Bravo, Profesor Titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, también es un reconocido cofrade con amplia experiencia. Pertenece a las Hermandades del Amparo, la Sacramental de la Magdalena, la Macarena y Montserrat. A su labor y su esfuerzo debemos la refundación de la Hermadad del Rosario de la Magdalena o de San Pablo (por el convento dominico donde fue eregida), luego fusionada con la Hermandad de Montserrat. En la Hermandad de Montserrat ha ocupado diversos cargos en su Junta de Gobierno, entre otro, el de Teniente de Hermano Mayor. Fue Consejero de Gloria en el Consejo presidido por D. Manuel Román Silva y Pregonero de las Glorias en el año 2003, el cual estuvo presidido por la imagen de la Anunciación de Juan XXIII.

Sirvan estas sencillas líneas para conocer un poco mejor la amplia trayectoria cofrades de estos dos amigos y macarenos de pro.

(Fotos by Arte Sacro, Paco Santiago y web del Consejo de Cofradías de Sevilla)