domingo, 4 de noviembre de 2012

Y JUAN SE ESTRENÓ EN SEVILLA....







No es mi amigo Juan Raya un cofrade al uso, hasta el punto de que se que esta entrada, más que agradarle, puede llegar hasta a abrumarle. Humilde, callado, respetuoso hasta el extremo, es capataz del paso de palio de la Virgen del Rosario de Linares por circunstancias, aceptando un reto, un "marrón", ante el que otros habrían reculado. Y es que sacar pasos en Linares es una auténtica odisea, casi un milagro, por el esfuerzo y la entrega de unos cuantos locos. No pensaros, salvo raras excepciones, que allí las igualás son "mogollónicas".

Rara es la cofradía en la que uno, si lo desea, no encuentre trabajo bajo sus trabajaderas. Donde juntar a sesenta personas para ensayar es un milagro, pues muchos viven fuera de la ciudad y donde el compromiso de algunos anteponen el partido televisado de fútbol al ensayo. Pero como esas son sus circunstancias, los cofrades las asumen, ¡qué remedio!, por el bien de sus titulares y sus cofradías. Por todas estas cosas yo siempre me he descubierto ante "los cojones", con perdón, que se gastan los integrantes de la cuadrilla de la Virgen del Rosario de Linares, un palio de estilo sevillano, que "jarrea" kilos hasta decir basta y que sacan y encierran treinta valientes como la copa de un pino.

Pero volviendo al amigo Juan Raya, él, siendo consciente de sus limitaciones técnicas, pero al tener un corazón que no le cabe en el pecho, lleva tiempo viniendo a nuestra ciudad, a empaparse y aprender de los más grandes, -como antaño hicieron los que le precedieron-, y todo en aras de ayudar a mejorar el andar de su cuadrilla del Rosario de Linares.

Así, entre el pasado mes de octubre y este de noviembre, e invitado por mi buen amigo Luis Miguel Sánchez Fajardo, acudió a la igualá y los ensayos de la Virgen del Rosario, precisamente Rosario, de Santa Catalina. Y llegado el día 1 de noviembre, día de su salida procesional, a la altura de la Plaza de San Pedro, tuvo mi amigo Luismi la deferencia de dejarlo llamar y mandar el paso durante el trayecto y discurrir por esta plaza.

Lo que muchos ansían durante toda su vida, sentirse capataz en Sevilla al menos una vez, pudo disfrutarlo mi amigo Juan Raya. Dos amigos, Luis Mi y Juan, unidos por una devoción común, la del Rosario, y por una misma afición, ésta del martillo, que te entra por la sangre como un veneno, y de la que es difícil, en ocasiones, zafarse. Tuve la suerte de estar presente en este histórico momento, como costalero, junto a estos dos grandes amigos. Sevilla y Linares unidas por las cuentas de un Rosario común. ¿Qué más se puede pedir?

(Foto by Juan Antonio de la Bandera)

3 comentarios:

  1. muy bien por juan, aplaudo ese empeño que desconocia y que la virgen del rosario, tanto la de linares como la de santa catalina le han regalado. por cierto con esta virgen del rosario un dia comprendi la grandeza de las glorias segun sevilla, y estuve gracias a alguien que tambien hizo como ahora hace juan y que intentó transmitir a todos en linares, ir a aprender alli... el capitan.

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  2. óle tú Rafa¡¡ te honrra esta entrada, un abrazo

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  3. Enhorabuena Juan te lo mereces hombreeeee

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