lunes, 12 de abril de 2010

MI SEMANA SANTA 2010: MARTES SANTO



Los Martes Santo tienen en mi casa un ritual muy especial, que empieza porque mi padre se levanta muy temprano y desde temprano ya está nervioso. Loco por llegar a San Lorenzo y mirar a los ojos a "su morena", anda ajetreado de acá para allá preparándolo todo, su medalla, sus zapatos, su escudo de solapa, la papeleta de sitio, las sandalias, las estampas..... Luego se arregla, se pone su traje maqueao y para San Lorenzo. Ese día es su día, todos los sabemos y por eso le dejamos hacer.

Yo por mi parte tuve que volver a trabajar y eso me permitió volver a visitar algunos templos y Hermandades como Omnium Sanctorum y los Javieres, San Esteban y su homónima hermandad, San Nicolás y la Candelaria, Santa Cruz y por último, San Lorenzo. Sin duda la parada en Santa Cruz es sumamente especial, pues allí se encuentra el Cristo de las Misericordias, la devoción de mi madre. Tan ciega estaba, exhortada mirando a "su Cristo", que pasé por su lado y no se dio ni cuenta.

Ya en San Lorenzo, rezo ante mis imágenes y cumplo con el rito de buscarme en la lista de la cofradía. Y aunque se de sobra donde voy, en el cuadrante de costaleros del paso del Señor, busco afanosamente mi nombre en la misma. Miro mi número de hermano y pienso en la cantidad de años que llevo ya como costalero y como miembro de la hermandad, tantos como años vividos.

Tras un rato de convivencia llego a casa, como algo (pasta y plátano, tal como recomienda el Doctor Escribano) y me echo en la cama para intentar descansar. Sintiéndolo mucho por el resto de las cofradías del día, ese día no hay más Hermandad para mí que la Bofetá. Tras descabecear el sueño, que los nervios no me dejan, suena el despertador.

Y como un torero empieza el ritual. Ducha para despejarme y a vestirse. El pantalón negro, los calcetines de igual color, los botines, la camiseta, la sudadera, la medalla, las estampas, la papeleta, algo de dinero suelto para las coca-colas, la mochila con la ropa y para la iglesia. Llegar a San Lorenzo y ver a tus imágenes es lo que más ansías, aunque este año nos lo ha prohibido el señor Toledo Zamorano, comisionado impectore que rige, según su criterio, los destinos de la Hermandad de la Bofetá, por decisión de Palacio. Él sabrá porqué........

Saludos, besos, abrazos con los amigos, y a igualar. Estoy nervioso y a la vez contento. Y aunque se que no hay riesgo de agua para el día, pregunto compulsivamente a todo el mundo qué se sabe del tiempo.

Y llega el momento soñado. Se abren las puertas de San Lorenzo y salen mareas de capirotes blancos, hasta que aparece el barco por el dintel de la puerta. Sobrio, elegante, andando como solo él sabe hacerlo, comandado por Manuel Gallego, -que este año cumplía sus bodas de plata como capataz-, el paso de misterio de "mi capitán", de mi Cristo de la Bofetá, avanza por la plaza casi engulléndola, hasta alcanzar la calle Cardenal Spínola.

Me traslado al siguiente punto de relevo, la calle Las Cortes, y desde ahí, hasta la entrada, se sucederán levantás y chicotás memorables, por calles como Plaza del Duque, Campana, Sierpes, Avenida, Alemanes, Tetuán, Campana -de vuelta-, Jesús del Gran Poder..... El relevo de Sierpes con Pedro Caravaca siempre es especial, pues por la calle Tetuán viene Santa Cruz, la cofradía materna. El tiempo justo para rezarle al Cristo de las Misericordias y ver el palio de la Virgen de los Dolores, antes de encaminarme al siguiente punto de relevo.

La chicotá por la Catedral siempre es memorable, pues escucho la voz de Rafael de Gabriel haciendo la lectura de la estación de penitencia y esa voz me retrotrae a mi infancia y a mis años de nazarenito.

La entrada es, como siempre, sublime. Desde el Sardinero hasta dentro del tirón, andando muy despacito al compás de las marchas de Cigarreras para demostrarle a Sevilla que también se puede andar bien, de manera sobria y elegante, sin la necesidad de recurrir a chabacanos cambios.

Posado el paso del Señor de la Bofetá en el suelo, se suceden los besos y los abrazos entre los compañeros de la cuadrilla, busco a mi padre, que de nuevo ha ido este año de fiscal del misterio, nos abrazamos, busco a Pilar -que se estrenaba como diputada de tramo-, y a salgo buscarla a Ella.

No he podido verla en toda la noche y el cuerpo me lo pide. Y la ves llegar a la Plaza oscurecida, con la noche cubierta. Suenan sus bambalinas como otros palios para sí quisieran. Avanza muy poco a poco. La cera ya viene baja, pero su belleza se recrece. San Juan ya no la consuela, ya está absorto ante tanta belleza, mientras su cuadrilla, como pequeños escabeles, parecen rezarle una nana.

Entra "la Gracia de Sevilla bajo palio" y se completa el todo. Ha sido otro Martes Santo para recordar. El abrazo con mi hermano Pepo, que ha paseado a la Virgen del Dulce Nombre por Sevilla, culmina nuestra pequeña tradición.

(Fotos by Pilar Prados)

4 comentarios:

  1. Precioso relato Rafa¡¡¡ ojala y el año que viene pueda ser esta nuestra segunda cofradia que compartamos juntos¡¡ que ganas de incarle el diente a la "morena de san lorenzo"¡¡¡

    Un abrazo hermano¡¡

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  2. ¿Ves lo que te digo Jaime?. Rafa, si nu hubera pasado lo que pasó por la amñana y no estuviera amenazado más de uno , a lo mejor sí que os hubieran dejado entrar. Entiende que en casos extremos hay que controlar muy bien todo

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  3. De eso nada, nadie, absolutamente nadie, es quien para prohibirme a mí cumplir con mis reglas, que por si no te las has leido, en la 87 lo pone clarito, que el hermano irá por el camino más corto al templo y al llegar rezará unas preces ante sus titulares y posteriormente ocupará su sitio en la cofradía.

    Nadie pues, salvo si las reglas estuviesen suspensas o retiradas, y no es ninguno de los dos casos, está en su derecho de prohibirme a mí entrar a rezar. Se llame comisionado o auxiliar del cofradía (antes Diputado Mayor de Gobierno).

    Qué se preocupen mejor de los nazarenos que se dedican a conceder entrevistas a cadenas nacionales con el capirote quitado por la calle San Fernando (José Isacc) o los que llegan en moto haciendo el canelo (foto ya conocida por todos).

    Las cosas son como son, y ahí la han cagado y como hermano he presentado una queja formal pues entiendo que mis derechos no han sido respetados.

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  4. Según comentó Manolo Soria en la misa de Invocación del Espíritu Santo, cuando tomó posesión la gestora, a la Hermandad se le limita su autogobierno, pero las reglas siguen en vigor.

    Ya se que podría haber entrado, pero como hizo Manolo Gallego tanto incapié en ello no he querido abusar de mi condición de costalero. Me he aguantado y ahora protesto por los cauces naturales.

    Creo que era la mejor opción.

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